Cómo aumentar la testosterona

La testosterona es la hormona sexual masculina, y dependiendo de su nivel, el cuerpo y el estado anímico experimentan una serie de variaciones. Con un nivel de testosterona bajo, se tiende a acumular más grasa corporal y por tanto se engorda, la piel pierde elasticidad y el deseo sexual disminuye. Cuando se pasan los 40 hay un descenso en la producción de esta hormona y muchos hombres se preguntan posibles maneras de aumentar la presencia de testosterona en el cuerpo. Aquí van una serie de consejos que sirven para todas las edades.

Acuéstate temprano y duerme suficientes horas

Irse a dormir antes de medianoche y completar un mínimo de 7 horas de sueño es una de las estrategias que debes poner en práctica. La producción de testosterona se produce durante las horas en las que dormimos así que el sueño es uno de los aspectos que hay que cuidar para mantener unos niveles aceptables.

Realiza entrenamientos de fuerza

Los entrenamientos con pesas son una de las fórmulas más eficaces para que la testosterona se mantenga en niveles elevados. Eso sí, no sirve de mucho ir al gimnasio a mirar el móvil. Hay que mover todo el peso que sea posible si se quiere que el organismo reaccione. Aquí no hay trampa posible, si el entrenamiento es pesado e intenso, la producción de testosterona se estimula. Si se va al gym a hacer el paripé, no.

Elige ejercicios que involucren varios grupos musculares

Los ejercicios que aíslan el músculo no son tan eficaces en esta tarea como aquellos otros que implican a varios grupos musculares grandes al mismo tiempo. Así, por ejemplo, un entrenamiento a base de press de banca y sentadillas involucra un gran número de grupos musculares, y a nivel de elevar los niveles de testosterona es más eficaz que si se trabaja un músculo concreto como el bíceps, que además es de pequeño tamaño.

Trata de reducir el estrés

Cuando estamos estresados el cuerpo produce una sustancia llamada Cortisol, que es antagonista de la testosterona. Un nivel de testosterona alto conlleva creación de masa muscular, mientras que el cortisol es la sustancia que destruye esta misma masa. Por tanto, tomarse las cosas con calma y no alterarse es fundamental para que el cortisol no haga su aparición.

Limita el consumo de azúcar

Al ser la Testosterona una hormona, todo lo que tiene que ver con su aumento o disminución tiene su origen en procesos químicos. de su Alimentación. El azúcar produce que el nivel de insulina se eleve en exceso lo que resulta perjudicial para los niveles de testosterona que queremos mantener.

Toma Tríbulus terrestris

Este suplemento es una hierba que desde hace muchos años se conoce como estimulante de la testosterona que produce el cuerpo. Disponible en herbolarios o en tiendas de nutrición deportiva, el tríbulus es un suplemento muy común que ayuda en la tarea de que los niveles de testosterona que producimos sean lo más elevados posible en función de la edad y el estado físico.

Utiliza anabolizantes esteroides

Todos los métodos anteriores son formas naturales de aumentar la testosterona, pero sus resultados son ciertamente limitados. Si lo que buscas es aumentar tu testosterona de manera significativa, sólo la química puede lograrlo. Eso sí, el uso de anabolizantes conlleva riesgos y se necesita estar muy bien informado acerca de las características de cada sustancia, cómo actúa y cuáles son sus potenciales efectos secundarios. Los anabolizantes son usados por miles de personas en todo el mundo, pero no son algo que se deba tomar a la ligera. Así que, si te decides por esta opción, asegúrate de tener toda la información y de llevar un control médico para evitar problemas.

La testosterona podría calificarse casi como la fuente de la juventud, ya que su presencia se asocia a un buen número de efectos positivos mientras que unos niveles bajos conllevan la aparición de complicaciones de diversa índole. Sin embargo hay que ser consciente de que el cuerpo humano tiene unos tiempos, y que será imposible con el paso de los años, mantener la potencia sexual de los años de juventud y la apariencia tersa de la piel, por mucho que nos esforcemos en que nuestra testosterona se mantenga lo más elevada posible.