¿En que consiste una relación de interdependencia?

Las relaciones humanas no son fáciles. Las películas y las novelas rosa son, en el mejor de los casos, deseos de quienes las escribieron, y en el peor, una fórmula para el desastre, asesinato incluido. Cuando se trata de una relación entre personas de verdad, que viven en la realidad, va a requerirse tiempo y trabajo de ambas partes, además de definir qué tipo de relación desean. Una de esas posibles relaciones es la de interdependencia.

Consiste en el apoyo mutuo

Ella tiene algo importante en el trabajo, así que tú preparas la cena. Él está en finales, así que le llevas el almuerzo a la facultad y les das ánimos. Una relación de interdependencia implica que se tiene el apoyo de la pareja, sin que sea desmedido de un solo lado. Hay veces en que le toca a una parte y otras veces a la otra, y saben que tendrán el apoyo de su pareja.

No consiste en sacrificarse por la pareja

Hay veces en que una parte pone más que la otra en un ámbito. Así y todo, el sacrificar toda tu vida para que la carrera de tu pareja prospere, por ejemplo, no es ni sano ni recomendable. Debe haber cierto equilibrio, y apoyo de ambas partes, no de una sola, y si te exige que dejes tu vida atrás por su bien, no sólo no es una relación sana, sino que irá a peor.

Consiste en comunicarse de forma constante

No es lo mismo la comunicación que las palabras. Para que puedas comunicarte, debes darle un sentido y una relevancia a lo que dices. El ser sutil no funciona en algunas personas, en especial en los hombres, así que hay que sea más directa. Decir qué te gusta y qué no, y por qué, es un buen comienzo.

No consiste en ser cual siameses unidos

Una pareja sana es aquélla en la que sus integrantes saben que, en pareja y todo, siguen siendo personas, individuos. Hay que trabajar y ponerse de acuerdo en algunas cosas, claro está, pero eso no significa dejar de lado la individualidad. La pareja es parte de su vida, sí, pero no es toda su vida. Estudios, trabajo, amistades, familia (fuera de la pareja), pasatiempos, etc., siguen existiendo.

Consiste en respetar a la pareja como persona adulta

Si están en pareja, las posibilidades indican que son personas adultas, o en proceso de serlo. Nada de “lo hago porque sé lo que es mejor para ti”, o frases y actitudes más adecuadas para una madre o padre que a un igual. En una relación de interdependencia, ambos miembros de la pareja saben que están con una persona adulta y la respetan como tal. Que le digan de tanto en tanto si está por cometer un grave error es otro tema.

No consiste en controlar a la pareja

Si una parte (o ambas) quiere controlar a la otra, no es ni una relación saludable ni una relación interdependiente. Además de ser una receta para el desastre (celos, exigencias desmedidas, acusaciones, violencia, etc.), no es romántico ni se cura “con amor”. En una relación de interdependencia, las partes confían en que su pareja les dice la verdad, y que no tiene una vida oculta con otras relaciones incluidas.

Consiste en tener límites firmes pero flexibles

Hay cosas que nunca vas a querer hacer, sin importar qué. Tu pareja puede preguntarte al respecto y ayudarte a buscar más información, si es una relación saludable, o intentar que hagas eso sin preguntarte, acorralándote o chantajeándote si estás en una relación insalubre. Hay cosas que cambian cuando crezcas, que se pueden negociar, pero otras no. Una pareja interdependiente comprende esto, y lo aplica.

Consiste en una relación entre iguales

No tiene por qué ser una relación entre dos gerentes de banco, por ejemplo, pero sí entre personas adultas, autosuficientes e independientes, con poder más o menos semejante. “El amor sólo es posible entre iguales” se refiere a esto. Por más romántica que parezcan otro tipo de relaciones, en las que (por lo general) una mujer pobre se enamora de un hombre poderoso, en la vida real, con personas reales, el final suele ser muy distinto.

Consiste en estar con tu pareja porque quieres, no porque le necesitas

Hace años, una amiga decía que sabía que la relación con su actual novio era una positiva porque, a pesar que no se necesitaban el uno al otro, seguían juntos porque así lo querían. Tuvieron sus altos y sus bajos, como toda pareja, pero eran dos individuos que tenían sus propias vidas, eran autosuficientes, y decidieron seguir la relación. Hoy están casados.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo