9 maneras diferentes de romper una relación
Casi tan duro como que se acabe el amor es el momento en el que hay que comunicarlo a la que es tu pareja. Romper una relación es una decisión difícil, y en gran medida, porque somos conscientes de que vamos a herir a otra persona. En muchas ocasiones, el momento de romper se demora semanas o meses porque nos vemos incapaces de dar ese paso. Pero si lo tienes claro, lo mejor es actuar cuanto antes. Si no sabes cómo hacerlo, aquí te contamos 9 maneras diferentes que puedes emplear. Unas son más honestas que otras, pero todas funcionan.
No soy lo bastante bueno/a para ti
Sabes desde el primer momento que no se lo va a tragar. Pero, aun así, le sueltas el cuento de que no estás a su altura y que no mereces estar con una persona tan buena como él/ella. La realidad es que quieres ahorrarte el verdadero motivo de la ruptura, bien porque sea muy doloroso o porque te dé vergüenza contarle que a ti lo que te gusta es ser un picaflor y que estar siempre con la misma persona te aburre soberanamente. Tratará de convencerte de que no es cierto, pero tú, erre que erre, debes insistir en que lo haces por su bien. Esta estrategia te da la oportunidad de marcharte dignamente, pero prepárate para que durante un tiempo no deje de perseguirte hasta lograr que le cuentes la verdadera razón de la ruptura. Porque si te crees que va a colar, eres de una ingenuidad que asusta.
Desaparecer de la faz de la tierra
No es la forma más noble ni valiente de acabar una relación, pero efectiva es un rato. Da de baja tus redes sociales, cambia tu número de teléfono y múdate, preferentemente a otra ciudad. Deja atrás toda la etapa que has compartido con tu pareja y empieza una nueva desde cero. Puede que consideres que es una forma ruin, rastrera y cobarde de romper, e incluso es muy posible que tengas razón. Pero si ya has comprobado que él o ella no se despega de ti ni con agua caliente, tratar de razonar en algo así es tiempo perdido. Pon tierra de por medio y listo. A grandes males, grandes remedios.
Cometer una infidelidad…y no hacer nada para evitar que se entere
Sabes que se va a armar. Que él o ella van a montarte un pitote considerable cuando les digas que hasta aquí hemos llegado. Que de ninguna manera va a aceptar la ruptura de forma civilizada. Entonces, si de cualquier modo tienes el jaleo garantizado, ¿Por qué no darte un homenaje de despedida? En lugar de tratar de ser tú quien rompa la relación, busca a alguien que te atraiga y déjate llevar. Y si además no se caracteriza por su discreción, muchísimo mejor. La idea es que, además de pasártelo teta, la noticia de sus cuernos le llegue lo antes posible y por todas las vías posibles. Luego, simplemente, aguanta el chaparrón y deja que te abra la puerta de salida. El marrón lo hubieses tenido de todos modos, pero así, por lo menos, te vas con una alegría en el cuerpo.
Inventarte una pareja anterior
Si llevas mucho tiempo con tu pareja no es la excusa más creíble, pero en caso de que no sea así, inventarte una pareja anterior puede facilitarte la difícil tarea de darle puerta a la actual. Tu capacidad de mentir como un bellaco hará que la historia sea más creíble, pero lo bueno es que no necesitas dar demasiados detalles. Basta con que digas que él o ella estaba viviendo un tiempo fuera y que ahora regresa a la ciudad. ¿El inconveniente? Que más pronto que tarde descubrirá la mentira y quedarás como lo que realmente eres: un miserable.
Hablarlo como personas adultas y maduras
La forma ideal de llevar a cabo una ruptura es esta, pero no todo el mundo tiene el valor de ponerse frente a su pareja y decirle que el amor que sentía por ella se ha terminado. Sin embargo, por doloroso que sea y por mucho que a la otra parte le cueste asumirlo, es el método que mejores resultados ofrece. Con el paso del tiempo, y después del sofocón inicial, esa persona te agradecerá tu honestidad, y quizás incluso tengáis ocasión de mantener una amistad.
Romper por teléfono, whatsapp o email
Si eres incapaz de dar la cara, siempre puedes romper a distancia, mediante una llamada telefónica, un whatsapp o un correo electrónico. Cada una de estas fórmulas tiene sus ventajas y sus inconvenientes: por teléfono te ahorras de ver su cara, pero no te vas a librar de escuchar sus lamentos y lloriqueos. Por whatsapp te tocará, muy probablemente, tener que responder a un bombardeo de mensajes, y tanto de lo mismo puede que te ocurra si le mandas un email. No puede decirse que una forma sea mejor que otra, porque todas coinciden en un mismo inconveniente: quedas como un cobarde.
A través de las redes sociales
¿No te atreves a decírselo directamente? Pues grítaselo al mundo y te aseguro que lo pillará rápido. Cambiar tu estado de “En una relación” a “Soltero/a” y bloquear a tu pareja de todas tus redes sociales será más que suficiente para que capte la idea. Aunque, como forma de romper, es bastante cruel, y nada recomendable, porque al dolor de tu abandono tendrá que añadir el de la humillación pública de enterarse más tarde que todos los demás.
Hacerte el ofendido
Esto se llama MANIPULAR, y eres bastante mala persona si lo haces, pero en fín, ahí va. Pídele a un amigo/a que mande un mensaje comprometedor a tu pareja cuando estés con ella y dile que te deje leerlo. Si se niega, puedes recurrir a que te está ocultando algo, y si no se niega, haz como que te crees que realmente es un mensaje auténtico de alguien con quien está teniendo una relación. De una manera o de otra tienes la excusa perfecta para montar un escándalo, ponerte fuera de ti, y decirle que se acabó. Lo terrible es que tu pareja no entenderá nada, y sentirá que estás cometiendo una injusticia. Bueno, eso siempre y cuando sea cierto que no te está engañando…
Hacerle la vida imposible
¿No te atreves a dar el paso de poner fin a la relación? Pues la única opción que te queda es provocar la ruptura por su parte. Desde hoy, siempre que tu pareja quiera sexo, te dolerá la cabeza (incluso si eres hombre). Todo lo que diga te molestará, y no te cortarás en dejarla en evidencia delante de sus amistades. Por supuesto te olvidarás de su cumpleaños o de vuestro aniversario, y te encargarás de hacer todo lo que sabes que le resulta irritante. Puede que no sea en una semana ni en dos. Pero que te manda a paseo, eso es seguro.