Señales para darse cuenta que tienes una pareja inmadura
Las relaciones humanas no son siempre como las muestran en las películas. Quizás se deba a que somos personas reales, y no personajes de ficción, y a que sus relaciones están simplificadas, o no funcionarían si fuesen personas de verdad. Como ejemplo, está la pareja, que no es fácil si se quiere que dure. Es algo que se hace de a dos, y casi imposible si uno es inmaduro. ¿Cómo saber si él o ella es una pareja inmadura? Bueno…
Depende demasiado de sus padres
Algunas personas que desean independizarse aún viven con sus padres. Otras, pese a vivir ya en otra casa, dependen demasiado de su padre o madre. En los primeros tiempos es normal el llevarse algo de comida de mamá a casa, o lavar la ropa en casa de los padres porque no se tiene lavarropas, pero si es algo que lleva meses o años, aún no ha entendido el concepto de ser independiente.
Espera que seas su madre
Hay quienes cambian, por ejemplo, a la madre por la novia, y esperan que ella haga lo que antes hacía su mamá por él. Acostumbrado como está a que la mujer le sirva, porque “ése es el deber de la mujer”, le fastidia pensar que deberá hacerse su comida, limpiar su desorden, y ser autosuficiente. No es raro que este punto esté relacionado con el anterior.
No tiene interés en trabajar ni estudiar
Una cosa es estar en secundaria y no pensar en trabajar enseguida, otra muy distinta es no prestarle atención a los estudios, ni tener intenciones de buscar trabajo. Este no es el caso cuando trabaja o estudia en algo que no le apasiona, porque puede estar interesado en algo que sí le guste estudiar, o trabajar. Puede que no quiera asumir las responsabilidades que estudiar o trabajar traen, o que no pueda hacerlo. Sea cual sea el caso, esto es un signo de inmadurez.
Eres su pareja cuando le conviene
Hace unos años, un conocido dijo que no quería ser novio de una chica cuando ella estaba mal, que sólo la quería para cuando pudieran divertirse juntos. Si tu pareja sólo quiere estar contigo cuando no tiene nada más divertido que hacer, o porque quiere sexo, es que no quiere aceptar que una pareja no es solo para los buenos momentos. Este pensamiento es muy de adolescente egoísta y no de persona adulta.
Siempre le preocupa lo que piensen las demás personas
Las personas somos seres gregarios, es decir, que vivimos en grupos. Esto no significa que todo lo que hagamos tenga que ser aprobado por el grupo, ya que cada quien tiene sus preferencias. No hay forma de complacer a todo el mundo, y el intentarlo sólo lleva al fracaso y a la frustración. Una persona adulta lo comprende e intenta hacer lo mejor que puede, una persona inmadura no.
No quiere romper la relación, quiere que tú lo hagas
En algunas parejas, uno de sus miembros no quiere estar más en esa relación, pero en vez de tomar el camino directo, decide que es mejor que su pareja lo haga. Empiezan a actuar de forma detestable, esperando que le dejen, porque así se salva de ser el malo de la película.
Tus sentimientos no le importan
Cuando difieren en una opinión, te ignora. No le interesa conocer a tus padres, y al encontrarse a tu círculo de amistades les trata con malos modales, o les insulta. Una persona adulta tratará estas situaciones con, al menos, civilidad, una persona inmadura no tiene ganas de hacer el esfuerzo, nunca, si no sale como quiere que salga.
No acepta que tiene defectos
Toda persona tiene defectos, eso es algo de lo que nadie se salva. Si bien nuca llegaremos a ser seres perfectos, sí podemos intentar mejorar, y el primer paso para intentar solucionar un problema es admitir que se lo tiene. Si él o ella se rehúsan a aceptar que no son seres perfectos, es porque no ha entendido que el admitir que no se es perfecto no es debilidad, sino el primer paso para ser mejor persona.
Nunca es su culpa
Relacionado con el punto anterior, sin importar lo que suceda, la culpa nunca es suya. Siempre se trata de la sociedad, del mundo, de las demás personas, o de ti, ya que estamos. De esa manera, evita tener que enfrentarse con la responsabilidad que significa aceptar la culpa por algo.