Catorce ideas para hacer reír a una mujer
Quizás ella ha tenido un mal día, o una larga serie de días malos, y tú quieres hacerla reír. Pero temes quedar en ridículo, ya sea por ti, por ella o por los dos. Debes saber que quien no arriesga no gana, por lo que al evitar la opción de quedar en ridículo limitas tus opciones. Sin embargo, no las eliminas por completo, y aquí tienes algunas ideas que puedes intentar para hacerla reír:
Sonríe, siempre: el buen humor se contagia, y si te acercas con una sonrisa, pude que ella sonría también.
Aprende qué le resulta gracioso: algunos temas pueden ser hilarantes para algunas, y ofensivos para otras. Si sabes qué la hace reír, podrás hacerla reír, y usar eso en los momentos donde más lo necesite.
Sé un poco tonto: y ríete de ti mismo. Coquetea con ella imitando a algún comediante famoso, y pídele que participe. Hazlo en un lugar en donde sepas que nadie se reirá de ella.
Hagan cosas divertidas juntos: si es una novedad, o algo que ella ha querido hacer hace tiempo, mucho mejor. Si al proponérselo ella duda, pregúntale si piensa que estaría mejor deprimiéndose en vez de intentar algo que podría ser muy interesante.
Envíale algo divertido: si no están juntos físicamente, puedes recomendarle una película divertida, un sitio web para reír, o algo adorable que la llene de ternura. Elije una comedia romántica que ella adore, y sugiere que la vea.
Si el chiste falla: y ella no se ha reído, puedes intentar cambiar el tema a terreno más seguro, o redoblar la apuesta y decirle algo como “¿Ese te pareció malo? ¡Escucha este!”
Cuéntale una anécdota graciosa: y quizás ella continúe y te comente sobre una de sus anécdotas, lo que puede llevar a una serie consecutiva de risas.
Usa una referencia divertida que ella entienda: en especial si a ella le gusta una serie, película, libro o videojuego en especial, el usar una referencia que conozca le hará recordar lo mucho que le gusta. Además, el saber que puede compartir esas referencias contigo te dará puntos extra en su estima.
Usa los memes: más aún si combinas este punto con en anterior. Hay muchos sitios donde puedes hacer uno personalizado, y una vez listo, envíaselo a su correo electrónico o por Whatsapp, por ejemplo.
Levántala en brazos: a las mujeres nos encantan esos gestos de caballerosidad, no indicando que somos débiles creaturas que necesitamos ayuda, sino diciendo que nos aprecian y que por eso hacen cosas especiales por nosotras.
Sonríe ante tu chiste, pero no te rías: si a la muchacha no le ha parecido gracioso, puede que no se ría, o que lo haga para complacerte, y ese no es tu objetivo. Además, algunos chistes son más graciosos si quien los cuenta lo hace con una pose de gran seriedad, aumentando el contraste.
Si están en una situación “indefinida”: es decir, una de esas en las que no sabes si reír o llorar, empieza a reír. Abrázala, bromea y comenta todo lo positivo de la nueva situación, y cuántos males se han ahorrado por eso.
Hazle un pequeño regalo con una sorpresa dentro: mejor aún si le haces creer que es algo que has traído para todo el grupo (de estudio, trabajo, etc.), con algo pequeño dentro que le agrade. Hay dos variantes posibles: que realmente sólo le des a ella el regalo, o que le regales algo a todo el grupo, pero el de ella sea especial.
Cuéntale un chiste clásico: de esos que no recurren a la vulgaridad, sino al ingenio o a algo que ella entienda muy bien. Puedes usar frases cortas para ir tanteando el terreno, o practicar con tus amistades, hombre y mujeres, antes de intentarlo con ella.
Hay algo que debes evitar a toda costa, y es hacerle chistes que la insulten, sin importar de qué tema se trate (otras mujeres, su peso, su inteligencia, su novio, etc.). Si está deprimida, triste o de mal humor, un insulto sólo empeorará su estado, y puede que te ganes unas cuantas palabras malsonantes, o algo más doloroso físicamente. Si, en cambio, intentas alguno de los catorce consejos anteriores, tendrás más posibilidades de hacerle reír, haciéndola sentir mejor, consigo misma y contigo.