Cómo curar un corazón destrozado
Tarde o temprano llegarás a esta situación. Sea que la persona de tus sueños resultó que era persona (y, por lo tanto, no era como te la imaginabas), o con quien tenías una relación resultó que no te quería, alguna vez te romperán el corazón. Así es, duele, es normal, y puede que quieras hacer cosas que no sean... aconsejables. Si quieres sanar, aquí tienes algunos consejos.
Acepta el dolor
Hay quienes pretenden que no les molesta, que todo está bien, que era lo mejor y que no le duele el orgullo ni nada. Tarde o temprano se manifestará de otras maneras, y será mucho peor. Va a doler, es normal que duela, es sano aceptarlo, y va a ser algo muy desagradable. Puedes elegir enfrentarlo o huir, y si huyes te alcanzará.
Llora lo que tengas que llorar
O desahógate de otra forma, siempre y cuando sea en privado. El guardarte lo que sientes, o el explotar en público, sólo te hará daño a ti, a tu futuro, y hasta a otras personas. Tu corazón puede estar roto, pero el resto de tu persona aún tiene cosas que hacer, y para eso tiene que seguir funcionando en su entorno. Es lo que trae ser persona adulta, el berrinche no es para tu edad.
Aléjate de las redes sociales
Lo que publicas en internet se quedará allí para siempre, aunque lo borres. Siempre hay gente que saca capturas de pantalla, o tiene acceso a los registros, o está a la caza y pesca de publicaciones de gente en un mal momento para compartirlo. Ahórrate el daño a tu futuro, a menos que haya alguna clase de delito grave (robo, violación, etc.), en cuyo caso ve y denuncia el hecho cuanto antes.
Quédate en el presente
Cuando te rompen el corazón, es fácil el empezar a indagar en los “si yo hubiera”. Es imposible el ver las posibles consecuencias de lo que no hiciste, así que es un ejercicio inútil y que te hará daño. Tampoco pienses en que te quedarás soltera y tus gatos se comerán tu cadáver, o que morirás solo enterrado en tu propia basura.
No estimules el enojo o la venganza
El sentir enojo, o el pensar en intrincados planes de venganza es normal. El ver cómo puedes ponerlos en práctica no lo es, y puede traerte problemas no solo de salud, sino con la justicia. Te duele que no te hayan considerado lo suficientemente valiosa, o lo suficientemente bueno, como para estar a la altura del objeto de tus afectos. Lo bueno es que duele así sólo la primera vez, luego ya no tanto.
No intentes reconectar
Hay veces en que una relación no funciona. Quizás ya esté en pareja, o no tenga interés en las personas de tu sexo (o en ninguna), o haya renunciado al amor por otros motivos, y la lista sigue. Quizás, simplemente, no quería nada, o no quería seguir, contigo. De momento no funciona, así que intentar “dejarse caer” no va a servir para nada positivo.
Busca ayuda
Y aquí es donde las amistades, la familia y quien tenga título profesional en psicología (y ejerza) entran en escena. O un foro de internet de corazones rotos. No eres la primera persona a la que le rompen el corazón, y tampoco serás la última. Busca ayuda en donde puedas, que la gente sabe cómo te sientes y, si te quiere y puede ayudarte, lo hará. O si le pagas, que las psicólogas también tienen que comer, has visto.
Comprende que esto pasará
En la vida todo pasa, y si el tiempo no lo cura, al menos hará que duela menos. Por más que ahora pienses que es buena idea tirarte a un pozo, pegarle un puñetazo o esconderte en tu casa y no salir nunca más, la vida seguirá, y tu corazón dejará de sangrar. Aprovecha toda esa energía para hacer cosas que hace rato dejaste de lado (limpiar la casa, hacer un curso, etc.), y sigue adelante, un día a la vez.
Pasarás por las cinco fases del duelo
Empieza por la negación (“es un error, no pasó nada, ya llamará”), sigue con el enojo (“¿cómo puede hacerme esto? ¡ojalá que se muera en absoluta soledad!”), luego viene la negociación (“si me hubiese comportado diferente, quizás seguiríamos juntos”), la depresión (“no quiero amar nunca más, para no pasar por esto de nuevo”) y, por último, la aceptación.