Signos de virilidad en un hombre
Al igual que las mujeres muy femeninas siempre son objeto de atención por parte de los hombres, la masculinidad no pasa inadvertida para las mujeres. Quizás es debido a un instinto primario, pero los hombres suelen sentirse atraídos por rasgos físicos y de personalidad muy concretos, y a la inversa sucede exactamente igual. El problema llega a la hora de identificarlos, ya que cada mujer parece valorar cosas diferentes. Recogiendo diferentes opiniones, hemos llegado a la conclusión de que estos signos de virilidad en un hombre, casi siempre obtienen una respuesta mayoritariamente positiva por parte del sexo opuesto.
Rasgos faciales duros
Existe algo en el hombre con aspecto de bruto que las vuelve locas. Probablemente sea un instinto primario que aún perdura desde aquella época en que el hombre tenía que cazar para alimentar a la familia, y la agresividad era un elemento imprescindible para la supervivencia. Sea como sea, las narices grandes, las mandíbulas cuadradas y los rasgos marcados son algo que la mujer suele considerar tremendamente viril.
Cuerpo cuidado y en forma
Los músculos también son un elemento de masculinidad que a ellas no les pasa inadvertido. No es necesario ser un culturista, ni dejarse la piel en el gimnasio, pero un hombre pasado de peso no es precisamente un ideal de virilidad. Ellas encuentran muy masculino un cuerpo cuidado, de hombros anchos y cintura estrecha, y de hecho hay estudios que demuestran que gran parte del atractivo de un hombre las mujeres lo evalúan por este factor. Igual que a los hombres les gusta el cuerpo en forma de “pera” porque les parece femenino, a ellas, un cuerpo en forma de “V” les parece tremendamente viril.
Autoconfianza y seguridad
El rol del hombre ha sido tradicionalmente el de tomar decisiones y afrontar los problemas. Y aunque actualmente la sociedad ha cambiado mucho, las mujeres siguen encontrando muy masculino el hecho de que un hombre muestre confianza y seguridad en sí mismo. Un hombre débil y pusilánime difícilmente logrará atraer a una mujer porque estas características se consideran muy poco masculinas. Mientras que en una mujer se toleran, en un hombre son muy mal vistas.
Responsabilidad
Otro de los aspectos que se consideran propios de un hombre es hacer frente a los problemas de manera responsable. Esto significa asumir sus obligaciones y no tratar de escurrir el bulto cada vez que se presenta una situación difícil. La mujer encuentra muy masculina esta actitud y la valora de forma extraordinaria, de hecho, sin ella, es muy difícil que ninguna se plantee seriamente elegir a un hombre como pareja a largo plazo.
Manos grandes y fuertes
Otra característica física que les parece muy masculina son unas manos poderosas. Las manos son una parte del cuerpo con un significado muy especial. Son una herramienta de fuerza, pero al mismo tiempo sirven para acariciar, de ahí que ellas se fijen tanto en las manos masculinas.
Voz grave
No es que sea imprescindible que un hombre tenga una voz grave y cavernosa para ser considerado masculino, pero desde luego, una voz aflautada y con un timbre agudo en exceso no es el mejor signo de virilidad. Una voz profunda y grave, puede llegar a ser considerada por las mujeres como un atributo muy masculino, e incluso convertirse en un arma de seducción.
Ternura
Puede parecer un contrasentido, puesto que la masculinidad se ha identificado tradicionalmente, con la capacidad del hombre para mantener sus emociones bajo control. Pero la realidad es que las mujeres encuentran muy masculina la manifestación de signos de afecto y ternura en un hombre, porque entre otras cosas demuestra suficiente personalidad como para no dejarse influenciar por esos estereotipos. Jugar con niños, o mostrar afecto hacia los animales son algunas de las cosas que hacen que ellas se derritan por un hombre.
Es evidente que no todos estos rasgos o comportamientos atraen a las mujeres de igual modo, pero sí que hay un porcentaje significativamente alto de ellas que manifiestan encontrarlos muy masculinos. También es probable que en algunos casos, esta percepción no se deba a uno de ellos en concreto, sino a un conjunto, pero sea como fuere, la virilidad sigue siendo un imán para las féminas, y por mucho que evolucionen los tiempos, la atracción hacia los hombres muy masculinos permanece constante entre ellas.