Ejemplos de cartas de amor para emocionar a tu novio
De tanto en tanto, una bonita sorpresa se agradece en la pareja. A veces, esos pequeños detalles pueden cambiar un mal día en uno bueno, con algo que haga sonreír a tu pareja. Puede que ni siquiera sea algo que cueste dinero, sino algo sencillo, como una carta de amor. Sabiendo que no todo el mundo sabe cómo escribirlas, aquí tienes algunos ejemplos.
Estar lejos de ti, apesta
Estoy aquí y tú estás allí y por más que estés triste o cualquier otra cosa no puedo hacer nada más que enviarte mensajes de texto y esperar que mis palabras expresen lo mucho que te quiero. Que mi corazón viaje a través de la línea telefónica, de Internet, de lo que sea, llegue a una pantalla en forma de palabras, y que esas palabras calienten tu corazón. De la misma forma en que tus palabras calientan el mío aunque afuera nieve.
Siento deseos de tus labios sobre los míos, de abrazarte y de sentir que estás aquí. La distancia no significa nada para mí, no es fácil pero tampoco es imposible, ¿y sabes qué? Vales la pena.
Espero poder verte pronto.
A un maravilloso novio
Quiero recordarte que eres una persona maravillosa. Tú podrás no creer en ti mismo, pero yo sí creo en ti, sé que puedes, y me haces sentir orgullosa cada día. Puede que a veces no sepa bien qué decir, pero quiero que sepas esto: estoy aquí, te amo, te apoyo, y sí, puedes hacerlo. Podemos hacerlo.
Hogar (cortito)
Cada vez que te siento en mis brazos, o tus brazos me rodean, siento que estoy en casa.
Hoy desperté…
Hoy me desperté pensando en ti, y recordé esos momentos en que el mundo era como de azúcar y chocolate, dulce e intenso. A veces no puedo dejar de pensar en ti, como cuando veo algo interesante que podría gustarte, o que mencionaste hace unos días. Esos recuerdos me pusieron una enorme sonrisa en la cara. La próxima vez que te encuentre, te la presto. Pero sólo se puede pasar por beso.
¡Hasta que volvamos a vernos!
Besa a la cocinera
Hola, guapo.
Estoy en la cocina, haciendo esas galletas que tanto te gustan.
Así que levántate, marmota.
Y besa a la cocinera.
Lo que amo de ti
La primera cosa que se me viene a la mente es que te amo.
Amo tu personalidad. Eres inteligente, creativo, fuerte, compasivo, trabajas duro, se puede confiar en ti y eres un individuo al que es fácil amar. O, quizás, lo eres para mí, porque sé que eres mucho más que una cara bonita.
Amo las cosas que haces. Eres amable y generoso, y cuando no estamos de acuerdo en algo, intentas comprender en vez de discutir como perro y gato. Aunque nos gusten los perros y los gatos.
Amo que admitas cuando estás equivocado, me hace menos difícil el admitir cuando yo estoy equivocada.
Amo quién eres. Amo que estés continuamente intentando mejorarte, y que comprendas que ambos, los dos, lo intentamos. Amo la forma en que me amas, porque me haces querer ser mejor, hacer mejor lo que hago, y esforzarme más para crecer.
Amo cuán cómodos estamos el uno con el otro.
Y amo muchas cosas más, pero no hay suficiente espacio en este simple pedazo de papel para escribírtelos.
Pero, si quieres, te las diré en persona.
Canciones de amor
Mira, sólo quiero decirte que ahora entiendo esas canciones, esas que hablan de amor. Las entiendo contigo. Y quiero escuchar más música contigo. Porque tienen un sonido diferente cuando cantan sobre algo y estás al lado y ese algo se vuelve entendible aunque la canción no tenga letra. Porque estás allí. Eso.
“Media naranja”
Eso del “amor media naranja” nunca fue lo nuestro, para qué negarlo. Somos naranjas enteras, y bastante sabrosas, debo decir. El conocerte fue el ver una persona interesante, con el ojo de alguien que busca personas interesantes, y allí estabas tú, naranja interesante. Naranja entera. Así me gustan. Así te gustan. Así nos gustamos, y nos gusta lo que gustamos. Eres un novio interesante, que comprende lo que digo y al que entiendo lo que dice. Eres genial, hombre. Tomemos un jugo de naranja la próxima vez que nos veamos.
Sueños y realidad
Es temprano pero las sábanas no tiran de mí. Es raro: pensaba que no podría haber algo mejor que mis sueños, y vienes tú y me demuestras, de forma empírica, que estaba equivocada. Jamás me alegré tanto de no tener la razón.
Por supuesto, estas son sólo ejemplos. Lo mejor que puedes hacer es incluir algunos detalles de su vida en común, que traígan buenos recuerdos a la memoria y le hagan sonreír, decirle qué es lo que amas de él y lo bien que le hace que sea tu novio, etc.