¿Qué significa homofobia?

Con los nuevos tiempos, aparecen nuevas palabras, o se usan viejas palabras con otras definiciones. Lo que era posesión demoníaca ahora son problemas mentales, a las personas “desviadas” luego se les reconoció como homosexuales, y a las personas que les detestaban se les conoce como homofóbicos.

Es el odio hacia personas homosexuales

Esta es la definición más simple, y la más acertada, aunque deja afuera algunos aspectos que le dan contexto. Puede ser el odio liso y llano, que se enseña en la familia o el círculo de amistades, la religión, la comunidad o la ley, por ejemplo, o uno que nace de algo que sucedió en el pasado, más personal (“Ese puto de mierda me estafó, por lo tanto, ningún homo es de confianza”).

Está muy relacionado con la religión

Los países más homofóbicos, esos en donde ser homosexual puede llevar a la cárcel o hasta a la muerte (por ley, o porque nadie quiere averiguar quién es el asesino), son los más religiosos. En el caso más conocido, se habla de “sodomía” y de “no yacer con un hombre como se yace con una mujer”, en el cristianismo y en las religiones que derivan del Viejo Testamento.

Es el miedo a personas homosexuales

Si alguien detesta algo, lo más probable es que no sepa lo suficiente de ello. Hay personas homofóbicas que lo son porque ignoran lo que es ser homosexual: creen que es una elección, que la tomaron porque son gente mala y les gusta añadir eslabones en las cadenas que les arrastrarán al infierno, etc.

Puede adquirir distinta intensidad

Una cosa es salir con un arma a un bar gay, disparando a matar, como sucedió en Orlando, y otra es decir “no me parece bien que se casen”. Lo primero es un crimen, sin lugar a dudas, mientras que lo último sigue siendo un acto de homofobia, aunque mucho menos grave. Los niveles de homofobia son repulsión (“¡Qué asco, dos tipos juntos!”), pena (“Pobre chica, tan linda y lesbiana”), tolerancia (“Es una fase, ya se le va a pasar”) y aceptación (“Está bien siempre y cuando no alardees”).

Está muy relacionado con el machismo

Hay tantas formas de ser hombre, como hombres en el mundo. El machismo asegura que sólo se es hombre si se tiene sexo como tal, es decir, con mujeres, o sin que te penetren. Por lo tanto, un hombre homosexual es una afrenta a la masculinidad, y debe ser “corregido” o “disciplinado” por el bien de la masculinidad toda. Nótese que los ataques homofóbicos más violentos, y con más víctimas, son perpetrados por hombres.

Puede significar homosexualidad encubierta

A veces, una persona que teme B, despreciará a toda persona que tenga, o sea, B. No ven a una persona, ven un posible futuro en donde les haya pasado B, y piensan que será un futuro horrible. Por eso, a veces, una persona homofóbica está proyectando, en su homofobia, el miedo a ser homosexual. No es así en todos los casos, pero sí en muchos. Y, si se relaciona con el punto anterior, cobra mucho más sentido.

Es más visible cuando se lucha contra ella

Los actos de violencia contra el grupo X se hacen más agresivos cuando dicho grupo X da señales de querer defenderse. Por eso, en estos tiempos, en donde las leyes para asegurar derechos a personas homosexuales están tomando fuerza, los grupos homofóbicos entran en pánico. Para “domarlos”, deben de recordarles que pueden hacerles daño si no se quedan quietos y callados. De ahí el aumento de atentados contra la comunidad, o personas individuales, homosexuales.

Es algo presente sólo en humanos

La homosexualidad se halla en cientos de especies, como los elefantes, los caballitos de mar, los cisnes, los leones, los pingüinos… Pero la homofobia sólo se encuentra en la especie humana. Una de las tantas explicaciones a esto es que, en la naturaleza, una pareja homosexual de, por ejemplo, pingüinos, puede hacerse cargo de las crías de una pareja heterosexual que haya muerto, o se le considera una forma de control de la población.

Sí, la homofobia se puede curar

Hay personas que deben “desaprender” osas que han casi internalizad para poder evolucionar. El racismo, el machismo, la xenofobia… todos son odios hacia otras personas, que no son, o no se comportan, “como deberían”. Si hay voluntad, una persona homofóbica puede “desaprender” su odio, y dejar de lado una pesada carga que le afecta, a sí misma y a su entorno, de forma negativa.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo