Trucos para evitar idealizar a una persona
El primer paso para solucionar un problema es admitir que se tiene un problema. La idealización de una persona puede llevar a muchas cosas, muy pocas de ellas positivas, y lo mejor que puedes hacer en estos casos es evitar idealizarla. ¿Cómo?
Invierte más en tu persona
Usa algo de la energía, el tiempo y los recursos que usas en idealizar (o intentar satisfacer) a esa persona en ti misma. Date un gusto y disfrútalo. Concéntrate en ti por una hora, o un día, haciendo algo que te guste.
Aumenta tu autoestima
A veces, la idealización de los demás viene de no tener una autoestima saludable. “No lo hago bien porque no tengo lo que se necesita, pero esa persona lo hace perfecto” es una frase aplicable a esta situación. Habla de tema con alguien de tu confianza, y si el problema persiste, busca ayuda profesional.
Encuentra algo en lo que seas muy buena, y hazlo
Toda persona tiene una serie de habilidades distinta, ya que ninguna persona es idéntica a otra (y si tienes una gemela o melliza, no tendrán las mismas experiencias en todo). Observa cómo podrías mejorar en eso, los beneficios que te trae a ti y a quienes te rodean, e intenta mejorar en eso.
Conoce mejor a esa persona
Si se trata de una estrella, de esas que tienen a un séquito de estilistas detrás, será difícil hacerlo en persona. Si se trata de alguien más cercano, como alguien de la familia o de tu ámbito laboral, será más fácil el poder conocerle mejor. De esta manera, llegarás a un punto que dirás “un momento, ¡es una persona, no es como la imagen que tenía de ella!”.
Imagínales haciendo algo poco elegante
Esa persona es una persona, y como tal hace cosas poco decorosas, poco elegantes o hasta vergonzosas. Piensa en algo que haces en privado pero que jamás harías en público, e imagina a esa persona haciendo lo mismo.
Encuentra a personas que no le idealicen, y habla con ellas
No existe persona (real o imaginaria) que le guste a todo el mundo. Es seguro que la persona que idealizas no es perfecta a los ojos de todo el mundo. Encuentra a las personas que no le ven como el súmmum de la perfección y habla con ellas. Pregúntales, con sinceridad, qué en de negativo, de forma respetuosa y poniendo el acento en que quisieras saber su opinión. A la gente le gusta que otras personas escuchen sus opiniones. Al final, dales las gracias, y piensa en lo que te han dicho.
Analiza si esa persona puede estar manipulándote
Una persona psicópata puede que intente utilizar la idealización en su favor. Si te sientes mal cuando no puedes hacer algo que te pide, o siempre te sientes culpable o ansiosa, si pretende que estés siempre disponible y que él o ella sean tu prioridad, busca ayuda. Este comportamiento puede ser psicópata o parte de alguien muy egoísta. Sácate la duda cuanto antes.
Piensa en tus propias virtudes
Puede que ni siquiera de trate de algo en lo que seas buena, pero tienes cosas positivas en ti. Piensa en qué has hecho de bien al mundo, aunque sea algo pequeño, como el arrojar la basura donde corresponde o donar sangre. Será una gota en el océano, pero si no, al mundo le faltaría esa gota, como dijo la Madre Teresa de Calcuta.
Un clavo no saca a otro clavo
Hay quienes te dirán que la solución para dejar de idealizar a X es que empieces a notar lo ideal que es Y. Lo bueno de este método es que dejarás de idealizar a X. Lo malo es que seguirás idealizando a alguien, sólo que habrá cambiado el objeto de tu idealización.
La idealización es una idea, la realidad es más rica
Cuando se idealiza a una persona, lo que se hace es formarse una fantasía sobre cómo creemos que debería ser dicha persona. Es una imagen, una idea, y como tal, no nos traerá sorpresas, ya que es parte de “nuestro” mundo. Cada persona es un mundo, y esa que quieres evitar idealizar tiene sus propias experiencias. La idealización limita al objeto, o persona, idealizado.