Características del hombre baboso

Si hay algo que las mujeres no soportan es un baboso. Por lo general, ellas suelen despreciar a este tipo de individuos, que además las ponen de muy mal humor, porque no es fácil deshacerse de ellos. Y es que el baboso no suele darse cuenta de que lo es, así que, para evitar que ninguna chica pueda ponerte esta etiqueta, aquí te ofrecemos las principales características de un hombre baboso. Si te reconoces en ellas, más vale que comiences a cambiar de actitud porque los babosos raramente consiguen su objetivo.

El baboso siempre intenta tocar

no necesariamente han de ser tocamientos en lugares inadecuados, pero el baboso suele ser bastante pulpo. Tocar los brazos, las manos, agarrar a una chica de la cintura o, en definitiva, establecer algún tipo de contacto físico demasiado cercano para la confianza que existe son características propias de un baboso. Comprobarás que a ellas este tipo de tocamientos las incomodan bastante porque no tardan en retirarse o en apartar la mano del baboso.

Mira a donde no debe

Lo normal cuando hablas con una persona es mirarle a los ojos, pero el baboso difícilmente puede sostener ahí su mirada más de unos segundos. Sus ojos rápidamente se posan en el escote o toma cierta distancia para poder mirar las piernas y las caderas de una mujer. Ni que decir tiene que si la chica tiene un buen trasero y el baboso no está hablando cara a cara con ella, ese será el punto a donde se dirija su mirada.

Tiene una estúpida sonrisa en su cara

Cuando el baboso habla con una chica su sonrisa parece indicar que en su mente ya están ocurriendo los episodios de tipo sexual que a él le gustaría que sucediesen. Por eso su sonrisa no es natural ni lógica, es una sonrisa estúpida como de satisfacción, que incomoda muchísimo a la chica por lo transparente que resulta. Cualquier chica que hable con un baboso puede imaginar lo que éste piensa sólo mirando su manera de sonreír.

Continuamente hace insinuaciones inadecuadas

Para el baboso todos los temas conducen a lo mismo: el sexo. Poco importa que la chica ande con pies de plomo tratando de evitar cualquier asunto con contenido sexual, el baboso siempre encontrará algún tipo de relación y volverá a sacar el tema. Si ya este tipo de charla resulta incómoda, mucho más lo es cuando las insinuaciones se vuelven directas. A ellas, las propuestas de un baboso les producen ganas de vomitar.

Se presta voluntario a hacer favores esperando obtener algún beneficio

El baboso gusta de disfrazarse de amigo, pero sus intenciones cantan demasiado. Allí donde una chica guapa necesite ayuda para algún tema, siempre habrá un baboso presto a ofrecérsela. El problema es que esta ayuda nunca es desinteresada, y si tras hacer un favor, el baboso no recibe lo que espera, no tardará en hacerte saber sus expectativas, recurriendo, si es necesario, al sentido de culpabilidad.

Se hace el encontradizo

Cuando una chica es objetivo de las libidinosas intenciones de un baboso, puede estar segura de que él hará todo lo posible por provocar encuentros “casuales” con la mayor frecuencia posible. Su objetivo es convertirse en alguien con el que tengas suficiente roce como para que ella se plantee el sexo como una posibilidad. Dado que el sexo con un desconocido es prácticamente imposible, él tratará de romper esa barrera haciéndose el encontradizo, de manera que pueda convencerse a sí mismo de que ambos están en la categoría de “amigos”. Aunque la realidad es que cada vez que ella lo ve, tiene ganas de salir corriendo.

No se da por aludido ante las negativas y rechazos

Otra característica del baboso es su fijación en lograr su objetivo, con independencia de que se le haya dicho por activa y por pasiva que no tiene ninguna posibilidad. El baboso cree que, por pura insistencia, la chica terminará por claudicar, y es capaz de racionalizar todo tipo de rechazos con las excusas más peregrinas. Esto no hace sino crispar más a la pobre chica que es objeto de su acoso, ya que no encuentra modo alguno de deshacerse de este tipo de elemento.