¿En que consiste el antinatalismo?

En la historia de la humanidad ha habido muchas corrientes de pensamiento, en todas las áreas en donde ha habido personas pensantes. En la economía, al arte, la política y la educación, por nombrar algunos casos, ha habido diversas formas de intentar comprender la realidad, y modificarla para un determinado fin. Algunas pueden ser difíciles de comprender, como el antinatalismo.

Consiste en no tener, ni querer, hijos

Una persona antinatalista no quiere tener hijos, así de sencillo. Hay diversos motivos por los cuales una persona es antinatalista: ecología, veganismo o vegetarianismo, desea ser childfree, filosofía, hastío, rechazo a la cultura pronatalista imperante, etc.

Consiste en dejar de lado la “obligación” de tener prole

Con todo lo que se ha avanzado, las mujeres aún son vistas como madres por defecto, actuales o futuras. La mayoría del peso de la responsabilidad de la anticoncepción recae en ellas, al igual que el cuidado de los hijos (¿quién debe dejar el trabajo o los estudios para criar al bebé, en las parejas que conoces?). Esta obligación de ser madre es una carga pesada, que puede acabar con la paciencia de una mujer que busca ser algo más que un útero funcional.

Consiste en disminuir la carga en el planeta

Hace un par de años, se anunció que se había llegado al límite de la renovación de recursos anual, varios meses antes de diciembre. Esto quiere decir que se consumen recursos del planeta a una velocidad mayor de la que pueden renovarse, y puede llevar a esas escenas post apocalípticas tan populares hoy en día. Menos gente implica menos carga para el planeta, menos consumo de recursos y menos contaminación.

Consiste en no aumentar la cantidad de personas existentes

Hay quienes dicen, no tan en broma, que para disminuir la población del planeta se deberían arrojar bombas cobre China e India, los dos países más poblados del planeta. Otras personas, más sensatas y menos monstruosas, deciden que lo mejor es cortar por lo sano y no hacer nacer más gente, gente que no pidió nacer y que, tal y como le sucede a la generación nacida de los baby boomers, se encontrarán en un mundo difícil y poco amable.

Consiste en evitar sufrimiento a hipotéticas personas no nacidas

Para una persona antinatalista, tener hijos es cruel. El mundo puede ser bonito, sí, pero también está muy contaminado, hay poco trabajo digno, en especial si se vive en el tercer mundo o se es parte de un grupo discriminado. Hay una cantidad limitada de recursos y la publicidad nos incita a consumir lo que no se puede, endeudándose hasta la siguiente generación. Si no se tiene hijos, no tendrán que sufrir nada de esto, porque no existirán.

Consiste en no premiar a la gente que tiene hijos

El mundo está superpoblado. Por lo general, los países dan incentivos a la gente para que se reproduzca: permisos de maternidad (y paternidad, en los países civilizados), pagos extra por hijo, licencias, beneficios fiscales, lugares especiales, etc. Hijos que consumirán recursos de un planeta cada vez más exhausto, más lleno de gente, con menos trabajo digno y más conflictos armados.

Consiste en no forzar a la gente a nacer

Por regla general, la gente más pobre es la que más hijos tiene. Sea por el motivo que sea, el antinatalismo considera que el nacimiento es una carga demasiado pesada, que conlleva a sufrir más que a disfrutar. Por eso, el antinatalismo considera que es ético no tener hijos, para no obligarles a sufrir un mundo cada vez más competitivo y contaminado. En especial si se es de un grupo discriminado (mujeres en la India, por ejemplo).

Puede consistir en una práctica “vegana”

Una persona que nace requiere alimentos, muchos alimentos, y producirá toneladas de contaminación: dióxido de carbono, desechos orgánicos, los restos de productos que no usará… algunos grupos veganos consideran que el antinatalismo, al no traer gente que aumente los niveles de contaminación y consumo de recursos, concuerda con su filosofía.

Puede consistir en la existimación humana voluntaria

La humanidad se comporta como una plaga: encuentra un espacio favorable, se apodera de él, consume todos sus recursos y va a por otro sitio a repetir el proceso. Algunas personas antinatalistas consideran que lo ético es dejar que la especie humana deje de existir, de forma voluntaria. No asesinando a toda la población, sino simplemente dejando de tener hijos.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo