Ya no me quiere, ¿Qué hacer ahora?

No es fácil superar una ruptura, en especial cuando se termina una relación en la que llevamos mucho tiempo. Al principio resulta difícil imaginar nuestra vida sin la otra persona y nos sentimos vacíos, en especial cuando hemos sido los abandonados, el otro ha tomado la decisión porque se le ha terminado el amor que alguna vez supo sentir, y nos deja desolados con un hueco en el pecho…

De nada sirve desesperarse o deprimirse. Es cierto, hay que permitirnos estar tristes y hacer el duelo por el amor que se ha terminado, pero para hacer esta etapa tan dura algo más llevadera, hay muchas cosas que podemos hacer. Aquí te brindamos algunos consejos, para que tomes lo que te sirva.

Date un tiempo para las lágrimas (pero solamente un tiempo)

Si sientes que lo único que quieres hacer ahora que te han dejado de amar es quedarte acostad@ todo el día y llorar, tal vez debas permitirte hacer eso. Pero solamente unos días: puede ser un fin de semana, o una semana. Después, debes intentar sobreponerte y comenzar a rehacer tu vida. Se ha terminado un amor, no se ha terminado el mundo. ¡Fuerza!

Evita volver atrás

Si eres de los que pasan las semanas posteriores a una ruptura mirando viejas fotografías o leyendo las cartas de amor que alguna vez tu ex te escribió, abandona de una vez este hábito tan poco saludable. Lo mejor sería deshacerte de esas cosas que te traen recuerdos tan dolorosos, pero si aún no te sientes list@ como para hacerlo, guarda todo en una caja y pídele a un amigo de confianza que la esconda en su casa por unos meses, y que por nada del mundo te permita revisarla hasta que no estés mejor. Ya decidirás entonces, con la cabeza más fría, qué destruyes, qué obsequias y qué decides conservar.

Comenzando a levantar la cabeza

Si bien no debes abandonarte al punto de hundirte en la depresión, tampoco puedes esperar que la tristeza dé lugar a la euforia. Por eso, a la hora de levantarte de la cama, secar tus lágrimas y volver a salir de casa, no intentes ahogar tus penas yendo de marcha tres días seguidos. Ir a un bar a tomar algo con uno o dos amigos con quienes tengas mucha confianza, salir a dar un paseo en bicicleta o almorzar con tu familia son opciones intermedias que probablemente te permitan comenzar a superar la ruptura sin tener que disimular que aún sigues triste.

No vuelvas una y otra vez sobre lo mismo

Te hará bien contarle cómo te sientes a un amigo o amiga cercanos, pero no te lo pases hablando todo el tiempo de tu ex. No solamente no te ayudará a olvidar, sino que con el tiempo cansarás a quienes tienes cerca.

A las palabras se las lleva el viento

Si todavía sientes muchos deseos de hablar y de desahogarte, ¿por qué no escribir acerca de lo que sientes? Ni siquiera hace falta que le des a leer a alguien lo que hayas escrito: puede ser una carta de despedida a tu ex, para quemarla y esparcir sus cenizas en el viento, despidiéndote simbólicamente de él o ella, sin por ello quedar expuest@.

Ocúpate de ti

Si tú no te cuidas ahora, ¿quién lo hará? No te abandones: sé constante en tu arreglo y tu higiene personal, así como del lugar donde vives. Sal a dar una caminata, no abandones tus clases de yoga o tus partidos semanales de tenis si esto es algo que siempre te hizo bien y te puso content@. Escucha música, hazte un obsequio que hace mucho tiempo tenías deseos de comprar (¿qué tal ese nuevo iPod?) o comienza alguna nueva actividad que te ponga en contacto con lo que te gusta hacer.

Puede ser que hoy te sientas fatal porque el otro ya no te quiere. Pero créenos: en algún momento, antes de lo que imaginas, mirarás hacia el pasado y te percatarás de que esta ruptura también te ha servido para crecer y para aprender. Tener a tus amigos junto a ti, ser honest@ con tus emociones (inclusive con las que te resultan más dolorosas) y hacer cosas que te hagan sentir mejor es el camino para lograrlo.