¿Qué significa tontear?

El tonteo tiene muchos nombres, según el país: tirar los tejos, coquetear, tirar los galgos, flirtear… Y el significado es siempre el mismo. Es una forma de cortejo “ligero”, en donde se tantea (con el tonteo) el terreno para saber si se tiene alguna posibilidad con esa otra persona de obtener lo que se desea. O pueden tenerse otros motivos además de los obvios.

No es exclusivo de personas “tontas”

El tonteo puede darse en todos los niveles intelectuales, aunque su forma puede variar. Una persona que acaba de terminar la secundaria no tontea de la misma manera que una persona que tiene treinta puntos más del coeficiente intelectual que el promedio. Puede que las primeras tonteen como si aún estuviesen en secundaria, y las segundas usen alguna referencia cultural, por ejemplo.

No tiene por qué ser algo rápido

El tonteo es esa primera fase en donde se juguetea con la posibilidad de avanzar en una relación. Si no se gustan, el tonteo desaparece rápido, con diferentes grados de elegancia en el cierra de esa etapa. En cambio, hay quienes tontean durante meses, o incluso años, antes de decidir si quieren avanzar en esa relación o cortarla.

Si no tienes seguridad en ti misma, no es tonteo

Una de las reglas básicas e indispensables del tonteo es estar segura de ti misma, o de ti mismo. Una persona insegura no tontea, porque no sabe lo que quiere o cómo lograrlo. Para estar tonteando, necesitas tener seguridad en tu persona, y entender lo que estás haciendo.

El humor y el ingenio son indispensables

Cuando se está tonteando, se supone que ya se tiene seguridad en ti misma/o. El paso siguiente es hacer uso del humor, o de tener una buena dosis de ingenio. Hay personas que son rápidas para responder, pero no siempre lo hacen de forma que sea interesante, o agradable, escucharlas. Un tonteo con humor e ingenio pueden hasta hacer que la persona con la que se tontea se una al juego, diciéndose “¿Por qué no? Parece interesante y divertido”.

La ambigüedad, siempre presente

En esta zona gris de las relaciones humanas, donde se está en “veremos”, las señales ambiguas son muy comunes. Pude que un día ese muchacho te tontee, y al día siguiente su atención esté en otra persona. El estar tonteando con alguien no significa compromiso ni exclusividad: por eso, el hacerlo con varias personas a la vez no rompe ninguna clase de contrato social, o de otro tipo. El no saber si se está en algo serio o no da libertad en las dos direcciones: si él te tontea, puedes tontear con otras personas, en igualdad de condiciones, y seguir tonteando entre ustedes.

Las nuevas tecnologías lo hacen más fácil

Las aplicaciones para smartphones, como Tinder, o la mensajería barata o gratuita, como es el Whatsapp, periten que el tonteo no se limite al cara a cara. Es fácil, gratis (o casi) y no se arriesga nada. De hecho, si durante el tonteo una de las personas llega a la conclusión que no quiere seguir, basta bloquearle de sus redes y problema resuelto.

Es más frecuente en esta época

Pretender que el presente es un desastre horrible y que el pasado fue perfecto y color de rosa es engañarse. Lo que sí es verdad es que hoy el tonteo es más frecuente que antes. Esto se debe a una serie de factores, entre los que se cuentan una mayor valoración de la independencia, miedo al compromiso y al rechazo, deseo de ver si pueden obtener algo mejor, etc.

Puede ser una caricia al ego de quien tontea

Algunas personas tontean con alguien, insinuándole cosas, intentando que el otro dé el siguiente paso. Y, cuando finalmente lo consiguen, se echan atrás, diciéndole que ha estado leyendo las señales equivocadas. Si lo hace con frecuencia, y con distintas personas, es muy posible que lo haga para reafirmarse que aún puede ser una persona deseable.

Hay personas que no lo notan, o aparentan no notarlo

Una persona puede estarle tonteando a otra, sin que la segunda lo note. Puede tratarse de alguien con pocas interacciones sociales, o ninguna, que haya incluido tonteo, o de una persona reservada. También puede darse el caso que la segunda persona lo note, y no le agrade la idea, por lo que finja no darse cuenta del tonteo. Es una forma sutil de enviar el mensaje que no le interesa el tonteo y que no se va a prestar a ello.
 

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo