¿En qué consiste una terapia de pareja?
Cuando una relación se encuentra estancada o deteriorada, al punto de que uno o ambos de los integrantes se plantean sobre la necesidad de terminarla, la terapia de pareja puede ser la alternativa para buscarle una solución a los conflictos. La visión que aporta un tercero (en este caso, el terapeuta, aunque también podría ser un consejero matrimonial o un amigo en común) a veces ayuda a destrabar los obstáculos que tiene esa pareja para salir adelante. Pero, ¿qué es exactamente una terapia de pareja? ¿Todas son iguales? ¿Y cuándo conviene recurrir a ella?
La terapia no debería ser únicamente individual
La terapia de pareja no consiste en que ambos miembros de la pareja hagan análisis con un mismo terapeuta. Si bien por lo general la modalidad es que haya entrevistas individuales con cada miembro, también hay momentos de la sesión donde se habla conjuntamente con el terapeuta.
Los dos miembros de la pareja han de tener el mismo objetivo
Además, lo fundamental para que una terapia de pareja funcione es tener un objetivo en común. ¿Los dos están dispuestos a pelear para salvar a la pareja? ¿Sigue habiendo amor en la relación, pese a los conflictos? ¿O, por el contrario, lo que se está buscando es una separación lo más cordial posible, pensando en el bien de los hijos en común? El terapeuta es quien analiza la situación de cada pareja y focaliza los principales conflictos a destrabar.
Los dos miembros se tienen que comprometer
Para que una terapia de pareja funcione, es fundamental que ambos miembros se comprometan en el proceso. Sin embargo, es normal que la idea de comenzar una terapia surja de uno de los dos, y que el otro comience por acompañar. Lo ideal es que poco a poco también este segundo miembro se involucre activamente en el proceso terapéutico.
La terapia puede ser breve o extensa
Las terapias de pareja pueden ser muy breves –cuando se trata de conflictos puntuales que pueden resolverse en pocas sesiones- o más extensas, prolongándose varios meses, si la relación se encuentra muy deteriorada. Sin embargo, no es conveniente que la pareja se convierta en dependiente de la terapia, por lo que no suele extenderse la misma más de un año. De lo contrario, el terapeuta pasaría a ser un vértice de un triángulo de codependencia, y no ayudaría a resolver el conflicto sino todo lo contrario.
Si se va demasiado tarde puede que ya no haya nada que hacer
El éxito de una terapia depende en gran parte del compromiso de ambos miembros de la pareja por salir adelante. Pero también depende de qué tan deteriorada se encontraba la pareja antes de comenzar la terapia: cuando ésta es la última opción, cuando se ha esperado demasiado, a menudo es demasiado tarde para salvar a la pareja.
Se suele recurrir a la terapia debido a problemas de comunicación
Por lo general, las parejas llegan con problemas en la comunicación que hacen que ellos dos solos no consigan destrabar el conflicto. Las discusiones frecuentes y a veces agresivas, o por el contrario, la falta de conversación, pueden llevar a que uno de los miembros de la pareja vea la necesidad de comenzar una terapia. También se llega a la terapia con problemas puntuales, como diferencias a la hora de educar a los hijos, problemas en el manejo del dinero o la distribución de tareas en el hogar, infidelidad, o disfunciones sexuales.
Hay diferentes tipos de terapias
Según el enfoque, las terapias de pareja se clasifican en diferentes tipos. Veamos los más comunes:
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Terapia cognitivo-conductual: Va directo a los problemas de comunicación que existen en la pareja, y ofrece estrategias concretas para abordarlos. Se entrena a las personas en reconocer actitudes propias y en cómo afectan al otro, así como a resolver problemas.
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Terapia integral: Aborda cuáles son las razones más profundas detrás de los problemas de la pareja, ayudando a conocer las emociones del otro (que a veces no son fáciles de compartir). Profundiza las estrategias de la terapia conductual para mejorar la comunicación, al tiempo que procura mejorar el conocimiento del otro y la intimidad en la pareja.
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Terapia enfocada en las emociones: Para este enfoque, los problemas de la pareja surgen cuando hay una desconexión emocional que da lugar a ciclos de sentimientos negativos (ira, resentimiento, celos, etc.). La terapia procura ayudarlos a romper con estos ciclos y a reconectarse emocionalmente.
También existen otros enfoques, como el psicoanalítico, el gestáltico o el del análisis transaccional.