Pautas para ser mejor persona
Bueno, ha llegado ese momento. Ese en el que te das cuenta que no eras tan buena persona como pensabas, y que eso te molesta. Mucho. Has reconocido el problema, y el paso siguiente es intentar solucionarlo. Has venido a leer el artículo adecuado para ello.
Ten disposición a cambiar
A nadie le gusta la gente quejosa, que siempre tiene energía para decir qué mal que está todo, y nada de ganas de hacer algo para cambiar la situación. Has reconocido el problema, y ahora debes querer solucionarlo.
Deja de poner excusas
Sí, puede ser difícil, y sí, puede que falles, pero si no lo intentas, ya fallaste. No siempre la culpa será de otras personas, y hay situaciones que no puedes evitar, simple mortal. Pero tienes más margen de acción de lo que piensas, así que menos queja y más empezar de una vez.
Acepta que es un proceso, no una meta
El ser mejor persona es un proceso de refinamiento, no algo que logras una vez y ya está. Requiere trabajo, esfuerzo, ganas de crecer (lo que puede significar que te encuentres con que no tenías la razón en algunos casos), y aceptar que tus objetivos pueden cambiar.
Determina tus valores
“Valores” es eso que más aprecias en la vida, como la honestidad, el éxito, el amor, ser un buen padre o madre, etc. Reflexionando sobre tus valores, lograrás entender mejor qué es lo importante para ti. La “congruencia de valores” es cómo tu accionar se alinea con tus valores. Si tu comportamiento no es coherente con tus valores, te causará estrás, ansiedad e infelicidad.
Encuentra un modelo a seguir
“¿Qué haría (persona a la que admiras) en esta situación?”. Encuentra a alguien a quien desees imitar, y observa qué cosas de él, o ella, puedes empezar a aplicar. Investiga por qué actuaba como actuaba. Cada vez que des un paso, aunque sea uno minúsculo, en ser mejor persona, te estarás acercando a tu modelo.
Empieza por cosas pequeñas
Si tratas de comenzar con algo grande, lo más probable es que falles. Y, si no fallas, puede que no entiendas lo más importante, es decir, por qué la gente es altruista, generosa, comprensiva, tolerante, etc. Saluda a algún empleado, di “gracias” cuando te den la compra, cédele el asiento en el transporte público a una persona con bebé en brazos, dile a alguien de tu entorno un elogio merecido que nunca le diste, etc.
Exprésate distinto
Quizás no seas una mala persona, pero otra gente te vea así por cómo hablas. Piensa en las últimas conversaciones que has tenido, y pregúntate cuántas cosas negativas has dicho. Luego, analiza qué cosas positivas podrías haber expresado.
Pregunta a personas que sean mejores que tú
Si hay algo que no entiendes, ve y pregúntale a alguien que lo haga de forma más o menos regular, y pídele que te lo explique. Di “por favor” y aclara que estás intentando entender, que quieres cambiar pero aún no comprendes cómo.
Rodéate de gente positiva
Si te encuentras en un ámbito donde la gente es propensa a prejuzgar, a detestar, a odiar y denigrar, es poco probable que encuentres apoyo. Ve a algún sitio donde haya gente positiva, de esas que proponen cosas, escuchan, tratan a las personas con respeto, etc. De esa manera, tendrás un estímulo para mejorarte, y es muy posible que la gente positiva te dé una mano.
Haz trabajo voluntario
Siempre hay gente que necesita ayuda, y no siempre es porque sean “vagas”, “perezosas”, “egoístas”, y una larga lista que seguro habrás oído, o salido de tu boca. Busca algo en donde te gustaría ayudar, y preséntate en voluntariado, una vez. Sea que lo hagas de nuevo, o que jures nunca más hacerlo, ahora sabrás más cosas y habrás salido de tu zona de comodidad. Y hasta quizás hayas aligerado la carga pesada de la vida de alguien más.
Piensa en personas, no en cosas
Se ha demostrado que la gente materialista es mucho menos feliz que las personas que se concentran en experiencias o en otras personas. La sensación de que te amen, de la bondad, de saber que has hecho algo bueno por alguien, te hará sentir mucho mejor que el último producto del mercado, ese que te promete que serás feliz, tendrás mucho sexo del bueno y el éxito te lloverá si lo compras.
Ten disposición a aprender
Este proceso de crecimiento no será rápido, ni durará poco, y te hará aprender muchas cosas, en general y sobre ti. Quizás el donar sangre no te atraiga, pero sí el ayudar en alguna organización voluntaria. Puede que no soportes a tus sobrinos y no quieras cuidarlos jamás, pero sí puedas ayudar a tu hermana, madre de los diablillos, cocinándole la torta para sus cumpleaños, etc.