Cómo saber si tu mascota te quiere
A veces, la felicidad es volver a tu casa y ver a ese peludo miembro de la familia, que salta sobre sus cuatro patas al verte entrar y te saluda a su manera. Ya sea un perro o un gato, el cariño de una mascota puede ser una de las cosas preciadas de una persona, en especial si viene de una familia “mascotera”. Si quieres saber si tu mascota te quiere, presta atención a esto:
Tu mascota se muestra feliz cuando regresas a casa
A veces, las mascotas aprenden cuáles son los sonidos que hace su dueño antes de entrar a casa, y saben que estás por llegar. Las fotos donde se ven a perros o gatos mirando con anhelo la ventana tienen mucho de verdad. Si se muestran felices al verte, ya sea correteando, viniendo hacia ti, ladrando o maullando, significa que te quieren.
Tu mascota te sigue a todos lados
Ya sean perros o gatos, no quieren que te alejes de su vista. Desean asegurarse que estás bien, que no hay peligro alguno asechándote, y quieren mostrarte que están allí, por si les necesitas. Los perros hacen esto porque te consideran parte de su manada, y los gatos, porque te consideran un ser digno de su aprecio.
Tu perro se te acurruca al lado después de comer
Algunos perros pueden verte como esa ser que les da de comer y se ocupa de ellos, y poco más. Si te aprecian como algo más que eso, se te acercarán cuando no tengan necesidad de comida, o de cualquier otra necesidad, sólo porque disfrutan de tu compañía.
Tu perro se interesa en lo que estás haciendo
No me refiero sólo a cuando estás cocinando algo con carne y sientes esa mirada suplicante en tu nuca, rogándote por un poco de jugoso amor. Ya sea que estés comiendo una ensalada, estudiando, o mirando televisión, un perro que te quiere te observará como si fueras lo más interesante del mundo.
Tu perro viene cuando le llamas
Hay perros que no siente interés alguno por su dueño, fuera de las horas de la comida. Es esa clase de perros que, sin tener problemas auditivos, hacen como que no te escuchan cuando les llamas. Si tu perro viene a ti a la primera vez que dices su nombre, es porque te aprecian como dueño.
Tu perro intenta consolarte cuando estás triste
No por nada hay profesionales dedicadas a entrenar perros de diversas razas para hacerles la vida algo más fácil a personas que necesitan ayuda. No importa si no dices nada, tu perro vendrá hacia ti, te acariciará la mano con el hocico, te mirará con esos ojos que dicen mucho sin palabras, y dejará que le acaricies o abraces. Puede que coloquen su cabeza sobre tus rodillas, y que te acaricien con la cabeza y el hocico.
Tu gato roza tu cabeza con la de él
Una forma de demostrar afecto en los gatos se da con la forma en que acercan su cabeza a la tuya. Si frotan sus mejillas contra tu cara, o si acercan su frente a la tuya, están dejando su olor en ti. Es una forma de demostrar ante otros felinos, y otros animales, que tienen un vínculo.
Tu gato se pone panza arriba cuando estás cerca
Cualquier persona que haya intentado acariciar un gato alguna vez sabe que hay ciertas zonas que prefieren más que otras. La panza es una zona sagrada, que sólo ciertas personas elegidas tienen derecho a tocar. Si se pone panza arriba cuando estás cerca, te está diciendo que confía en ti lo suficiente como para mostrar sus zonas más protegidas, sin miedo.
Tu gato pestañea despacio hacia ti
Los gatos comunican mucho con la mirada. Cuando cierran los ojos, es para que no los vean, pero si pestañea despacio al verte, es una buena señal. Significa que está feliz y contento de que estés allí, y que tu presencia le es cómoda.
Tu gato se te sube a la falda, te “amasa” y ronronea
Si bien no hay un consenso sobre lo que quiere decir un gato cuando “amasa”, sí se sabe que significa que está contento y cómodo. Si tu gato se te sube a la falda, te “amasa” y luego se echa a dormir (mejor si es panza arriba) te está diciendo que se siente cómodo, contento, y te aprecia mucho para mostrarse de esa forma.
Sí, el amor de mascota a humano existe
Quien haya vivido en una familia “mascotera”, lo sabe bien. Hay una clase de amor que sólo pueden dar los animales, en especial si son mamíferos. Hachiko, el perro japonés más famoso de la historia, es sólo una de las tantas pruebas que hay de ello. Si das amor a una mascota, recibirás amor, así de sencillo.