Cómo reconocer y actuar ante depredadores emocionales

Esta peligrosa especie se presenta tanto en formas de varón o de mujer, y está allí para hacerte la vida más difícil. Es esa persona que, sólo con su presencia, te hace sentir sin energías y quisieras estar lejos, muy lejos de él o ella. Saben cómo camuflarse, para poder atrapar a sus víctimas y fagocitarles la vida. Ten mucho cuidado si conoces a alguien que:

Tiene una necesidad de controlar

Empiezan despacio, quizás alabándote, para que busques su lisonja. Una vez que te acostumbres, comenzarán a usarlas cada vez menos, porque “tienes que ganártelo”, haciendo lo que él o ella desee. Te hacen preguntas sobre tu vida, y luego pasa a ser un interrogatorio. Si no le dices algo, es que eres cruel y no le quieres, ni le respetes, ni le mereces.

No respetan tus límites

Apenas digas algo similar a “esto no”, harán lo posible para cruzar esa línea. Se enojarán si decides que no tienes que responderles de inmediato al teléfono, porque estás en un examen final o trabajando, si les has dicho que hacer algo te asuste o te da asco, empezarán a decirte lo genial que es eso y lo mucho que quieren hacerlo y que, de paso, preparó todo para que lo hagas. Y si te niegas, ¡que malagradecida/o eres!

Parece la persona perfecta

Pese a lo que digan las películas y los libros, toda persona es, por el simple hecho de serlo, imperfecta. Los príncipes azules no existen, y las princesas azules tampoco. En una publicidad de cerveza, se instaba a las féminas a huir si lo encontraban, porque si parece un príncipe azul, es porque sabe qué pretender ser para atraparte. Si parece una persona demasiado perfecta, entonces es una ilusión y una trampa.

Usa las palabras correctas, actúa de mala manera

Si esa persona es una manipuladora emocional, sabrán cómo mentir. Te harán oír lo que deseas oír, y luego harán lo contrario. Algunas de estas saben lo que hacen, pero otras hasta se creen sus propias mentiras. Te jurarán fidelidad, lo mismo que le dijo a las otras tres personas que conoció esa semana, y así.


 

Estas no son todas, pero sí las más frecuentes de las características de estos seres. Narcisistas, manipuladores, psicópatas… la lista sigue, pero las intenciones son las mismas: que estés a su disposición y merced, y ay de ti si te atreves a contradecirles. Si te has topado con alguna persona así, aquí está lo que puedes hacer:

Deja de justificarte

Deja de lado las excusas para justificar por qué es como es y por qué hace lo que hace. Mira tu pasado, antes de su llegada, observa tu presente, y pregúntate si quieres que eso siga en tu futuro. Te ha prometido la Luna y todo lo demás, siempre si sólo haces eso que él o ella desea que hagas.

Si puedes, aléjate

Esta clase de persona es tóxica, y no te hará ningún bien. Deja de prestarles atención, no cedas ante sus pedidos, y cuando te digan lo cruel o desconsiderada/o que eres, dije “Ajá” y sigue con lo tuyo. No preste atención a sus protestas y, con suerte, se irá a por otra víctima.

Si sigue molestando, bloquéale

Hay quienes, cuando se dan cuenta que no te dominan más, deciden ir a por otras víctimas que se les resistan menos. Si ese es tu caso, genial, pero si no es así, es hora de poner más énfasis. Bloquéale de tu teléfono, de tus redes sociales, de tu grupo de Whatsapp, no aceptes sus invitaciones y actúa como si no existiera. Tarde o temprano se irá.

Si sigue acosándote, recurre a la justicia

El hacer una denuncia por acoso puede no ser la solución, pero es mejor que no hacer nada. Infórmate sobre cómo hacer la denuncia y ve al sitio correspondiente para asentarla. Si hay antecedentes, puede que salves a otras personas en el futuro de sus garras, y si no te toman la denuncia, por cualquier motivo, haz todas las preguntas que necesites hacer hasta quedarte tranquila/o. Las fuerzas policiales están para proteger y servir, y el denunciar les ayuda a identificar peligros potenciales.

Resiste

Cuando note que ya no estás en sus redes, intentará atraparte de nuevo usando toda clase de trucos. “He mirado cómo hacíamos X cosa, y lo hacíamos tan bien” es una frase dicha por uno de estos depredadores emocionales con lo que me he topado en mi vida. Avisa a tu entorno de lo que sucede, ponles sobre aviso, y resiste sus intentos de seducción. Es una trampa de osos con dientes de tiburón, y una vez te liberes, te sentirás mejor contigo mismo/a. Tú te mereces no tenerle en tu vida.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo