¿Qué es una mirada penetrante?

Hace un par de meses, se dio a conocer el caso de una actriz china, Zhao Wei, quien fue denunciada por su mirada penetrante. El telespectador denunciante afirma que esa clase de miradas le han causado un “daño espiritual” y le exigió una compensación a la actriz. Sin embargo, ¿qué es tener una mirada penetrante?

Mirada penetrante no es igual a mirada amenazante

Lo primero que suele pensarse es que una persona con mirada penetrante intenta verse amenazante. Si bien puede usarse en ese sentido, no es el único: puede que tenga otros objetivos, entre los que puede estar o no el verse como una persona amenazante en cierto grado.

No todas las personas pueden tener esa mirada

En la película “Memorias de una geisha” se le da una gran importancia a las miradas y al poder que poseen en otras personas. Esta es una de esas habilidades que se tienen, o que no se tienen, y es muy difícil de aprender.

Una mirada penetrante es “concentrada”

Cuando tienes una mirada penetrante, tu vista no deambula por tus alrededores, barriendo con la mirada a las personas, por ejemplo. Lo que haces es fijarte en un punto, un objetivo pequeño, como un objeto o una persona que puedas ver entera sin mover los ojos, y seguir observándole sin apartar la mirada.

Una mirada penetrante exuda confianza

Toda mirada penetrante lleva un mensaje detrás, y este mensaje está muy relacionado con el nivel de confianza y la voluntad. Una persona tímida, insegura, que no tiene confianza en sí misma, rara vez logrará tener esta clase de mirada y, por lo general, será en esas ocasiones en las que realmente desea algo.

Una mirada penetrante puede expresar muchas cosas

La amenaza o la agresividad no son las únicas cosas que puede transmitir esta clase de miradas. Además, pueden transmitir interés, deseo (sexual o de otro tipo), anhelo, coqueteo, una profunda conexión (si es recíproca), o hasta una calma que se transmite a la persona que se mira, si se sabe cómo hacerlo.

Una mirada penetrante nos hace proyectar cosas

No es extraño que las miradas penetrantes sean muy utilizadas durante la seducción: gran parte del atractivo de una persona es lo que no vemos, es decir lo que imaginamos de esa misma persona. Emana un aire de autoridad y confianza que nos hace sentir que, de cierta forma, deseamos acercarnos a esa persona por algo.

Una mirada penetrante puede malinterpretarse

Por lo explicado en el punto anterior, si miras a alguien con esta mirada, y esa persona cree que eres una persona agresiva, puede pensar que estás intentando espantarle, o iniciar acciones violentas. Por eso es tan importante la actitud, entre lo que se incluye el lenguaje corporal.

La evolución nos hizo prestarles atención a estas miradas

Milenios atrás, en la época de las cavernas, una de las preocupaciones más importantes era el mantenerse a salvo de depredadores. Esos mismos depredadores se caracterizaban por tener una mirada penetrante, con los ojos fijos en la presa. Es por eso que, cuando alguien te mira de forma penetrante, lo sientes: son los restos de los ancestros de la humanidad que te lo indican.

La mirada penetrante de una persona puede afectar a mucha gente

Basta una persona que note que estás mirando algo o a alguien con esta mirada para que empiece a observarlo también. Tu actitud envía el mensaje “aquí hay algo muy importante a lo que prestarle atención”, y no tardará en transmitirse a las personas a tu alrededor. No de forma inmediata, pero sí será muy efectivo, por eso no es extraño verlo en películas, por ejemplo.

El maquillaje puede ayudar a una mirada penetrante…

Las miradas penetrantes enmarcadas en un buen maquillaje resaltan, y mucho. Por regla general, una mirada femenina bien resaltada, pone más en evidencia su intensidad, al punto de decir, sin palabras “te estoy mirando”. Además, puede aprovecharse para destacar en general, no sólo con la mirada.

pero el maquillaje no lo es todo

Sin importar qué maquillaje lleves, si no te sientes cómoda con él tu mirada no será como quieres que sea. Las miradas femeninas más penetrantes son, por regla general, aquéllas con maquillaje, pero no son las únicas. Mucho de la mirada penetrante está en la actitud, no en la pintura que tenga alrededor de los ojos.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo