Tengo miedo a enamorarme, ¿qué hacer?
El miedo a enamorarse es común. Sea por experiencias pasadas, por cosas que le pasaron a tu entorno, o porque no quieres arriesgarte por motivos personales, el temor es algo que se siente siempre, al asomarse a un abismo de posibilidades. Si temes enamorarte, calma y adelante:
Piensa en tu situación actual
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Analiza por qué tienes miedo. Hay personas que vienen de una familia en donde las relaciones son nocivas, y no quieren caer en eso. O han salido hace poco de una relación y no quieren otra. O nunca la han tenido y temen errar de forma horrible. Aparta los motivos y analízalos de a uno.
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Comprueba tu autoestima. Hay personas que no se creen dignas de que les amen, o que X persona les ame. Hay otras que se quieren mucho, pero saben que la preferencia de X persona no concuerda con la propia (no, la homo/hetero/asexualidad no se “cura”), o que enamorarse traería una debacle general.
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Pregúntate si quieres correr el riesgo. El miedo viene de muchos factores, y uno de los cuales es el desconocimiento (otro es saber bien lo que te espera). Quizás tengas otros proyectos, o esa persona ya haya contraido matrimonio, o alguien a quien quieres le desea.
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Imagínate en diez años. ¿Te arrepentirías de no haberte enamorado? ¿Te ves como la fantasía de la mujer soltera rodeada de gatos, o de varón ídem, furioso y repugnante? ¿Hay algo que desees más que al amor? (Respuestas válidas incluyen carrera, trabajo, viajar, independencia, autonomía, seguir con un estilo de vida que te gusta y es sano, etc.)
Qué hacer
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Recuerda experiencias pasadas. A veces, sigues un patrón de la gente a la que buscas, y puede que no sea saludable para tí. ¿Otra vez un “chico malo”, que sanarás con tu amor? ¿Otra chica que te dijo que es lesbiana desde el principio, pero a esta si la “curarás”?
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Ocupa tu tiempo en cosas productivas, o divertidas. Lo que sea para evitar pensar en esa cuasi fantasía propia hecha realidad. De paso, quizás evoluciones un poco más como persona y descubras alfo que no te asuste.
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Espera y observa. A veces, lo que percibes de alguien es una falsa imagen, no su verdadero ser. Espera a que muestre la hilacha (todo el mundo tiene algunas) y pregúntate si habría valido la pena. A veces la vida tiene sus propias ideas, y pocas veces concuerdan con tus planes.
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Pasa más tiempo con seres queridos. Tus amistades y tu familia, o el grupo de apoyo y contención, son pilares importantes en la vida de las personas. A veces, el enamorarse puede hacer que dejes de lado, al menos por un tiempo, a estos vínculos. De paso, te pueden dar buenos consejos.
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Enfrenta tu miedo. No, no vayas y te confieses ahora mismo. Esta puede ser una muy buena oportunidad para poder mejorarte. ¿Es por miedo al compromiso? ¿A perder tu individualidad? ¿A que te lastimen? Empieza por allí y ve trabajando en eso.
Qué no hacer
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Agredirle (si no tiene pareja). Quizás no sabe que temes enamorarte de él, o de ella, así que no tiene la culpa. O quizás sí lo sepa, así que no le des la satisfacción. No merece que le violentes, en el primer caso, ni que le demuestres lo que te hace, en el segundo.
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Callártelo. Consulta con alguien de tu confianza qué hacer. O busca ayuda profesional. Puede que estés pasando por alto cosas que a otras personas le resultan evidentes, y el decírselo a alguien hará la carga menos pesada.
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Hacerte la película. No, tu vida no sería perfecta si él o ella te amase también. Tampoco si, de repente, le cayese un meteorito encima y dejase un cráter con sus zapatos humeando. Hasta que se demuestre lo contrario, tú vives en la realidad, y debes lidiar con eso.
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Agredir a su pareja (si la tiene). Por algo está con esa persona y no contigo. Sí, lo sé, duele, pero violentar a esa persona porque es un “obstáculo” sólo llevará a mal puerto. Si le gusta que agredas a otras personas es mala señal, y si no le gusta, menos le gustarás. Hay mejores formas de hacer que no te hable.