Me siento sola, ¿qué puedo hacer?

Cada época tiene sus males, y uno de los que afectan a la generación actual es la soledad. Aunque estés rodeada de gente, puede que te sientas sola, y esa no siempre es una sensación agradable. Si no te gusta sentirte sola, hay algunas cosas que puedes intentar.

Busca una mascota a tu medida

Perros y gatos son las clásicas, aunque no son para todas las personas. La alergia al pelo de estos animales, la falta de tiempo o espacio, las reglas del sitio en donde vives, el costo, y una larga serie de motivos puede que no los hagan adecuados para ti. Busca una que puedas mantener, y que puedas cuidar. Puntos extra si es adorable.

Deja de compararte

Cada persona nace con distintas ventajas y desventajas, y en el transcurso de su vida, pule o deja de lado algunas habilidades. Sufrir porque alguien más joven o de tu misma edad tiene mucho más talento, más suerte o más dinero que tú, es inútil. Siempre habrá alguien que lo haga mejor, y eso no va a cambiar: lo que puedes cambiar es el compararte con otras personas.

Haz algún voluntariado

El ayudar a otras personas hace que te sientas algo mejor, y mucho mejor que simplemente sentarte a lamentar tus desgracias. Durante un día a la semana, has algún voluntariado en el que necesiten gente, más todavía si requiere alguna especialización que tú tengas.

Únete a algún club

Todas las personas tienen intereses, y lo más probable es que haya gente que tenga, al menos, algunos de los tuyos. Busca algún club, organización o agrupación de gente a la que le guste lo mismo que a ti. El tener temas en común hará que hablar con otras personas sea más fácil.

Disfruta las pequeñas cosas

Para buscar cosas malas siempre habrá tiempo después, así que ve algo bueno en tu rutina, algo pequeño pero disfrutable. Tu té tenía la temperatura perfecta, te tocó un boleto capicúa (o con tu “número de la suerte”) en el transporte público, salió un capítulo emocionante de una serie que sigues, viste algo (o a alguien) bonito, la temperatura es agradable, etc.

Ten una cita contigo misma

Imagina que quieres darte una cita, de esas que hacen que quieras volver a llamar a quien te invitó. Come algo que te guste, ve a un sitio interesante o agradable, vístete con ropa que tienes para ocasiones especiales, y hazte a la idea que estás en una cita contigo misma. Te mereces el agasajarte.

Haz acto de presencia

Si te invitan a ir a X sitio, ve, aunque no tengas ganas. Puede que descubras algo interesante o, en caso contrario, encuentres motivos sólidos para no volver a ir (al menos, ahora puedes decirlo con fundamento). Saldrás de tu rutina y verás gente en un nuevo entorno, aunque sea por unas horas, lo cual ya es un cambio.

Si quieres llorar, llora

El desahogarse puede venir de muchas formas, y en las mujeres, uno de ellos es poder llorar tranquilas. ¿Por qué reprimirte? Deja que las lágrimas fluyan, luego date un baño agradable, y te sentirás mejor o, al menos, más limpia. Vamos mejorando.

Haz algo creativo

Escribe lo que sientes, o consigue una cámara y empieza a sacar fotos. Busca recetas de cinco ingredientes o menos que puedas hacer con lo que tienes, y prueba si te sale. Busca un baile divertido en youtube e intenta imitar los pasos. Recorta cosas que te gusten y pégalos en un cuaderno de cosas agradables.

Ten en cuenta que un gran cambio empieza con uno pequeño

El haber comenzado a leer este artículo ya es un paso que antes no habías tomado. Eso, por más pequeño que sea, es un avance, un avance hacia un sitio distinto al que te encuentras ahora. Por más que sea algo pequeño, es un comienzo y los comienzos siempre son las partes más difíciles de todo.

Busca ayuda profesional

Quizás, ese sentimiento de soledad sea un síntoma de algo mayor. Cada caso es distinto, por lo que te recomiendo busques ayuda profesional. Quizás sea el inicio de una depresión, o algún desajuste hormonal, o las señales de una enfermedad que, detectada a tiempo, puede ser sólo un susto. Sea cual sea el caso, más vale prevenir que curar.
 

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo