¿Qué es ser una persona intersexual?

Ni es una moda ni es algo hecho a propósito para “molestar” a las generaciones anteriores. El avance de la ciencia, de la tecnología y de la aceptación de la diversidad humana hace posible que algunas personas, que antes debían esconderse y fingir ser “normales” puedan salir a la luz, decir “aquí estoy, existo, soy real”, como las personas intersexuales.

Es ser una persona con rasgos femeninos y masculinos

Y no, no me refiero a “esa nena tiene una frente muy masculina” o “ese nene tiene la boca de su mamá”, sino a rasgos biológicos más marcados, como los genitales y los cromosomas, por ejemplo. Quizás se tenga útero, y cromosomas XY (los que identifican a un hombre clásico). O se puede tener cromosomas XX y tener genitales masculinos.

Antes se les llamaba “hermafroditas”

Esta era la denominación con la que se llamaban a personas que “son, a la vez, hombre y mujer”. Con el avance de la ciencia, se amplió el concepto y se profundizó el conocimiento al respecto, y se fue dejando de lado esta denominación. El hermafroditismo es parte de la intersexualidad, pero es muy poco frecuente.

Es ser parte de un grupo muy variado

No hay una sola forma de ser intersexual. La variedad de la intersexualidad es enorme, al punto que no hay una forma simple de clasificación. Las personas hermafroditas es un grupo minoritario dentro de la intersexualidad, donde también se encuentran mujeres con genitales similares a los masculinos, hombres con vagina, personas que no asimilan la testosterona (si nacieron con cromosomas XY) o el estrógeno (XX), y un largo etcétera.

No son “perversiones”, ni “moda”

El ser buena o mala persona no tiene que ver con la identidad, la preferencia o l expresión sexual. Una persona intersexual no va a intentar “convertirte”, ni “llevarte al pecado”, o similares. Tampoco es una “moda de la juventud de hoy”: tiene base científica y médica probada. Por más que sea algo complicado de entender, es una realidad.

Es algo que se hace notar (más) en la pubertad

Hay casos de niñas que se dan cuenta que no son mujeres en el sentido clásico cuando llega el momento de su menarca (la primera menstruación), pasa el momento, y nada pasa. Entonces van a hacerse exámenes y se enteran que, si bien tienen vagina, es una “ciega”, ya que no tienen útero ni, por lo tanto, ovarios. Tampoco podrán tener bebés como mujeres (a menos que usen alguna opción, como el alquiler de vientres).

No es tan raro como se piensa

Según se ha investigado, el 1% de la población mundial presenta alguna clase de intersexualidad. Se encuentra en todo el mundo, y no es propio de una, o de varias, naciones o países, sino de todas (qué se haga al respecto es otro tema). Se sabe poco sobre el tema, por lo que se reclama más información al respecto para la población mundial.

Es correr un gran riesgo “por no encajar”

La falta de información mencionada antes puede llevar a que se intente hacer que una persona intersexual “encaje”, aunque sea a la fuerza. Esto lleva a la castración (en ocasiones, a muy temprana edad), a la tortura, y a la muerte, además de a problemas psicológicos, biológicos, y sociales, entre muchos otros.

No es patología, ni perversión, ni malformación, ni se cura

La enfermedad se puede curar, sea física o psicológica. Cuando lo que se intenta curar es la intersexualidad, se está destinado al fracaso, o a la mutilación de dicha persona. Tampoco se debe forzar la cirugía estética, a menos que la misma persona así lo desee. Es su cuerpo, y como esa persona será quien viva en su cuerpo toda la vida, deberá ser su elección si lo quiere o no.

Es difícil de referir en español (no tanto en inglés) por pronombre

Cuando nos dirigimos a una persona en castellano, o español, usamos “ella” o “él”. No tenemos un pronombre neutro, para referirnos a una persona que no es ni mujer ni varón. En inglés se usa el “they”, es decir, la forma neutral de referirse a “ellas/ellos”, in especificar género. Esto indica que se necesitan nuevas palabras ante una realidad que no se esconde más.

Es considerado “el tercer sexo” biológico

Determinado por las gónadas (internas), los cromosomas y los genitales (externos), se puede definir si una persona es mujer, varón o intersexual. Esto no es lo mismo que la preferencia sexual (qué te atrae sexualmente), o la expresión de género (de qué forma te gusta expresarte). A nivel médico y científico es conocido, a nivel público general no.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo