Cómo dejar de sufrir por amor

Si eres de las personas que leen novelas románticas, miran telenovelas, o suspiran en el cine por un amor como en la pantalla, te tengo malas noticias: eres una persona real y vives en la realidad. Muchas de las cosas que se leen o ven en esta clase de obras no funcionan, y lo único que lograrás será sufrir inútilmente. Si quieres quererte un poco más, toma nota.

Acepta que tu situación no es buena

El primer paso para solucionar un problema es admitir que se tiene ese problema. Una vez hecho esto, puedes empezar a analizar la situación. ¿Por qué sufres por amor? ¿Es porque esa persona ya se ha casado? ¿No le gustan las personas de tu sexo? ¿No te ve como posible pareja? Estas y otras más no son situaciones deseables, y una vez que lo aceptes, podrás avanzar sobre qué hacer al respecto.

Valórate más

Esa persona será tan maravillosa como quieras pintarle, pero eso no quita que tú también tengas cualidades destacables. Si crees que no tienes ninguna, piensa en cómo podrías mejorar las que tienes, o adquirir alguna que sea útil o deseas aprender. El añadirte valor como persona no te alejará del amor, alejará a quienes te quieren como una inferior.

Olvídate de los personajes de ficción

El motivo por el que seres de obras ficticias tienen tanta gente adorándoles es porque son perfectos. Muchos de esos personajes no podrían existir en la realidad, aunque los mundos donde vivan fuesen de verdad. No existe personas sin defectos, el príncipe azul es un cuento de hadas, y tú vives en el mundo real.

Observa sus defectos

Como toda persona en el mundo real, tu objeto de afecto tiene imperfecciones. Por más que no sean evidentes a simple vista, él o ella los tiene. Anota todos los que encuentres, y cuando te sientas mal porque no está a tu lado, léela. Luego del primer defecto, será mucho más sencillo encontrar más, y verle como persona del mundo real en vez de como un ídolo inalcanzable.

Analiza qué es lo que amas

Mira al objeto de tu afecto no correspondido y pregúntate qué es lo que amas de él o ella. Y si eso que tanto te atrae es real o una idea, imagen o fantasía que tienes. Cuando empiezas a darte cuenta que tu idea de esa persona y la persona en sí son distintas, puede que intentes ocultarlo, engañándote, pero la realidad no hace caso. Quizás, en realidad, no le amas, sino que amas la idea que tienes de esa persona.

Observa si usa tus esperanzas a su favor

Analiza a la persona por la cual sufres. ¿Cuántas veces te ha hecho entender algo en las líneas de “si haces esto, entonces te querré”? Siempre promete pero nunca cumple, porque pasó esto o aquello y nunca es su culpa. Esta clase de gente disfruta el verte correr, porque sabe que puede aprovecharse de ti con tu esperanza como cebo. Nunca te dará lo que quieres, y mientras creas que hay esperanza, seguirá usándote.

Observa si quieren cosas diferentes

Puede que tú desees una relación estable, mientras que esa otra persona no, o que tengan distintas opiniones sobre traer bebés al mundo, o dónde vivir, etc. Puede que él o ella quieran cosas demasiado distintas, y que no te vea como posible candidata porque sabe que no resultará en nada bueno, o lisa y llanamente no quiere nada contigo. Sólo perderán tiempo que podría ser usado en buscar a alguien compatible con quien desees estar, y que desee estar contigo.

La aceptación es preferible, el perdón es opcional

Supongamos que usó el clásico “te llamaré”, o similares, y no lo hizo. Puedes engañarte, pensando que está en una cama de hospital en coma cuatro y amnesia, o aceptar que no te ha llamado. Esto no quiere decir que tenga que gustarte: quiere decir “no te ha llamado. ¿Qué puedes hacer ahora?”. La aceptación hará que puedas seguir adelante, no que perdones a alguien que te hizo daño intencionalmente.

Sigue con tu vida

Si es un amor no correspondido, esa persona te usa, o simplemente no puede ser, lo mejor que puedes hacer es dejarle atrás y continuar con tu existencia. Deshazte de los objetos que te recuerden a esa persona, ya sea regalándolos, donándolos o vendiéndolos. Sé civilizada, pero no amable, si es que te ha tratado mal, y no te dejes engañar por falsas esperanzas. Tu vida seguirá, y puede que, algún día, encuentres a alguien aceptable que quiera estar contigo, y tú con esa persona. Y, si no, al menos serás una mejor versión de ti misma de la que eres ahora.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo