¿Cuáles son los principales defectos de una persona?

Ninguna persona es perfecta. Ni tú, ni yo, ni esa estrella de cine que tanto te gusta, o ese ídolo que tiene tu padre como modelo a seguir. Oh, es fácil entenderlo, pero es difícil aceptarlo (y entender que no eres una persona perfecta). Sin embargo, hay defectos y defectos (dejemos de lado los físicos), y algunos pueden ser pasables, mientras que otros no. ¿Algunos de los peores?

Irresponsabilidad

Aquí caen tanto los niños y niñas que no hacen la tarea, como los maridos que dejan la casa y el cuidado de los niños con la esposa (siendo que ambos trabajan afuera), y la jefa que deja todo en manos de sus subordinados y les grita cuando no logran lo que ella quería. Estos son sólo tres ejemplos, y de seguro tú tienes otros: gente con responsabilidades que no las atienden, que las eluden, que las atienden mal o que se enojan cuando les preguntan sobre ellas.

Apatía

Tristemente común en esta época, donde la falta de límites y la publicidad empieza a erosionar el asombro desde la infancia. Nada sorprende ni emociona, y da lo mismo que haya un terremoto en un país vecino, si se acaba la producción mundial de chocolate, o si cae un meteorito. Todo hace sentir lo mismo: indiferencia.

Soberbia

El problema no es que se sepa que se tiene una o varias cualidades positivas, sino que se presuma de ello como si se tratase de un logro único e irrepetible. El sentirte bien porque tienes una notoria habilidad en mecánica, por ejemplo, es hasta positivo para ti, pero si te crees el último vaso de agua fría del desierto, la gente empezará a encontrarte repelente y a evitar tu compañía.

Envidia

“La envidia es una declaración de inferioridad”, decía Napoleón Bonaparte, que algo del tema debía saber. Una persona envidiosa, al ver que tú has tenido éxito, habla mal de ti a tus espaldas, miente, y puede llegar a tener problemas de salud por ese sentimiento. Es la clase de persona que intentará sabotearte para que no logres algo, en vez de esforzarse en mejorar. Aunque te hable con palabras ambles, te está lanzando veneno, por lo general a tus espaldas.

Ingratitud

Hay gente que hace cosas porque quiere, no porque le pagan o porque le obligan a hacerlo. Son quienes están en los voluntariados, o te dan una mano de tanto en tanto. Una persona ingrata se aprovecha de ellas, no da las gracias ni siquiera para aparentar, y se olvida de todos los favores que le han hecho apenas sospecha que le quieren pedir algo.

Interés

No me refiero al que demuestra la gente porque es civilizada, amable, o porque te aprecia, por ejemplo. Me refiero a esas personas que están con tal o cual porque les resulta beneficioso. Son quienes se casan por dinero o posición social, quienes se juntan con personas con pocos o ningún amigo porque tiene una casa con piscina, o quienes usan una fórmula similar a “como somos amigos, ¿harás esto por mí? Tú, que tienes esta gran habilidad/propiedad/cantidad de dinero…”.

Prolongar la adolescencia de forma indefinida

La etapa de la adolescencia es la etapa de la estupidez. Es inevitable: toda persona ha hecho cosas estúpidas en esos años, poniendo a prueba la paciencia y el amor de quienes nos tenían a su cuidado. Pero, una vez pasada esa etapa, hay quienes quieren seguir en ella. ¿Para qué terminar la secundaria, o la universidad, e ir a buscar trabajo? Si en casa tengo todo gratis, es cómodo y no tengo por qué rendirle cuentas a nadie. ¿Para qué ser persona independiente? Eso de ser persona adulta y tener responsabilidades no es para mí.

Mitomanía

Mienten todo el tiempo, sobre lo que sea, para formar una imagen de su persona que no existe. Sí, tienen un trabajo bien pagado que les apasiona, una pareja que les ama con pasión, y unos hijos maravillosos… cuando, en realidad, tienen un trabajo horrendo que no les da ni para comer, su pareja es violenta e infiel, y no tienen hijos, sino monstruos. Llega un punto en que se creen sus propias mentiras, aunque se les demuestre con pruebas irrefutables la realidad.

Falta de respeto

Tratar de forma civilizada a las personas es gratis, pero él o ella actúa como si le costase los ahorros de toda su vida. Por lo general actúa en grupo, de forma anónima, y teme los encuentros cara a cara, uno a uno, con la persona a la que le falta el respeto. Una cosa es detestar a quien te arruinó la vida, otra es amenazar con pegarle a una muchacha porque no te gusta cómo habla.

Psicopatía

Mientras más alto se está en la jerarquía de una organización, más posibilidades hay de ser una persona deshonesta o psicópata. Son personas que no sienten empatía, son incapaces de formar lazos sentimentales con otras personas, pero a menudo se muestran como personas encantadoras. Actúan como si tuviesen empatía, poseen un gran talento para manipular a otras personas, son muy manipuladoras y les resulta sencillo ganar la confianza de la gente. Es la más peligrosa de todos los desórdenes de personalidad antisociales.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo