Cómo ligar con el chico del gimnasio

Te apuntaste al gimnasio para ponerte en forma. Tu intención no era en ningún momento la de ligar. Pero cada día, cuando te cruzas con ese chico tan guapo cuyos músculos resaltan con el brillo de su sudor, no puedes evitar en pensar lo mucho que te gustaría conocerlo. Sin embargo, la vergüenza te puede. ¿Cómo entrarle a un chico a los ojos de todos? Por más vueltas que le das no se te ocurre una forma de llamar su atención en la que no resulte totalmente evidente que estás interesada por él. Si te ves identificada en esta situación, no te preocupes, hay formas de conseguirlo.

Pregúntale sobre el funcionamiento de una máquina

Si ya llevas bastante tiempo en el gimnasio es posible que esta táctica no te sirva, pero siempre hay máquinas que son más complicadas o que no te has atrevido a utilizar nunca. Si lo tienes cerca puedes pedirle ayuda y decirle que es tu primera vez con esa máquina y que quieres asegurarte de que vas a utilizarla correctamente. Seguro que él se presta encantado a explicarte lo que necesites saber, y además habrás conseguido romper el hielo e iniciar un primer contacto en apariencia totalmente inocente.

Coincide con él en una máquina y pídele que os turnéis

Otro modo de establecer un primer acercamiento es dirigirte a la máquina que está utilizando y preguntarle si os podéis turnar. Esto te permitirá hacer algún que otro comentario “Uff, cuanto peso le pones, ¿no?” y además os permite establecer contacto visual de manera clara, ya que necesariamente tendréis que miraros el uno al otro para indicaros cuando hacer el relevo.

Pregúntale sobre tu entrenamiento o el suyo

Esto puedes hacerlo tanto si ya has tenido una primera aproximación como si no. Hay cientos de preguntas que puedes hacerle: sobre ejercicios, descanso entre series, sobre cómo mejorar determinado grupo muscular…A él le encantará aleccionarte y demostrarte que es todo un experto. Además, este tipo de preguntas da para algo más que un mero intercambio de palabras, así que es una buena manera de conseguir que la relación entre vosotros comience a ser algo más fluida.

Alaba su físico

En algún momento tendrás que hacerle notar que tu intención no es permanecer en la “friend zone”, sino que buscas algo más. Para ello nada mejor que hacerle saber que su cuerpo te parece glorioso y espectacular. Una frase del tipo “Vaya cuerpazo que tienes, se te nota que aprovechas el gimnasio”, le dejará clara tu admiración por su físico, pero a la vez no resulta demasiado comprometedora. Y, si no se había dado cuenta antes, ya le quedará claro que quieres tema.

Viste ropa deportiva sexy, pero sin pasarte

Ir despeinada, sin maquillar y con una camiseta ancha que no deje entrever nada, no va a ayudarte demasiado a que se fije en ti. Pero tampoco puedes irte al otro extremo y ponerte la ropa más ceñida o maquillarte como una puerta. La clave está en ir lo suficientemente sexy como para que él no pueda evitar fijarse pero que no se note que tratas de llamar la atención. Un maquillaje ligero y natural, y prendas que realcen las mejores partes de tu anatomía, es la mejor forma de acudir al gimnasio cuando tu objetivo es conseguir a ese chico que te gusta.

Muéstrate accesible

Él no es el único con ojos en la cara. Cuando otros chicos te vean, es posible que busquen un acercamiento, y no debes cometer el error de mostrarte arisca porque espantarías al que te interesa. Lo mejor es que seas accesible y respondas de buen grado a cualquier chico que trate de entablar conversación contigo, aunque sin darles mucha bola. Te interesa que él vea que se puede hablar contigo, pero no querrás que piense que tonteas con todos.

Nada de auriculares

En la línea de lo anterior, lo último que debes hacer si pretendes que él se acerque, es entrenar con los auriculares puestos. Unos cascos son el mayor “cortarrollos” para un chico que quiere iniciar contacto contigo, porque te hacen parecer aislada e inaccesible. Además, a nadie le gusta molestar, ni que cuando se dirige a una chica ésta no le escuche. Los auriculares están prohibidísimos hasta que consigas que él caiga en tus redes.

No te quejes de que no te gusta el gimnasio

Si en vuestras primeras conversaciones le haces ver que el gimnasio no te gusta, estarás dilapidando muchas de tus opciones. En primer lugar, porque a él le encanta. ¿Cómo crees que ha conseguido esos poderosos bíceps? Desde luego no fue jugando al parchís. Y, además, corres el riesgo de que te tome por una frívola que se apunta al gimnasio sólo para lucir palmito o para ligar. Ninguna de ambas cosas juega a tu favor, así que ya sabes, aunque odies hacer abdominales, ¡No se lo digas!

Cruza miradas con él

Por mucho que hables con él, lo que al final de todo va a convencerlo de cuáles son tus intenciones son las miradas que crucéis. Los ojos dicen más que todas las palabras del mundo, y si durante vuestro entrenamiento evitas mirarlo, él creerá que sólo eres una chica simpática que busca un poco de conversación. Si quieres que se arriesgue y de el primer paso, cruza miradas con él. Miradas intensas. Miradas tímidas que acaben con una sonrisa. Miradas que duren 1 segundo más de lo normal. Te garantizo que él captará el mensaje, y tarde o temprano, en alguna conversación, tomará la iniciativa para que os podáis ver a solas fuera del gimnasio.

No lo atosigues

Por mucho que quieras estar con él, lo último que debes hacer es atosigarlo. Si ya habéis cruzado unas cuantas conversaciones, no pienses que él estará deseando pasar toda la hora hablando contigo. Por si no lo recordabas, su motivo para acudir al gimnasio es entrenar, y las interrupciones constantes por tu parte puede que lleguen a irritarle. Deja que las cosas sigan su curso, lanza tus mensajes silenciosos, y espera a que sea él quien decida cuándo y cómo charlar contigo sin estar todo el rato encima. Si has puesto en práctica algunos de estos consejos, no tardarás en obtener el resultado que esperas.