¿Qué significa tener fe ciega en algo o alguien?

Lo primero que se viene a la cabeza al hablar de fe es la religión, las sectas (que aspiran a triunfar y ser religiones), personas con gran carisma, la homeopatía y el amor. Puede que tú tengas tus propias ideas personales respecto a ello, o que tengas fe ciega en algo. Y no siempre es algo relacionado con la religión.

Significa que ese algo o alguien es la verdad absoluta (y lo demás es mentira)

Esa persona dijo que el cielo es verde. La comunicad científica dice otra cosa, los libros de niños dicen otra cosa, tu madre dice otra cosa, y hasta tus ojos dicen otra cosa, pero no importa. Si salió de su boca, es que es la verdad, y lo demás no tiene peso alguno en tu juicio.

No es lo mismo que “confiar en”

Cuando se confía en algo o en alguien, se sabe que puede llegar una instancia en que hay posibilidades que falle, per se o por elementos externos. Si bien ahorrar desde la infancia es buena idea, por ejemplo, quizás no lo sea tanto si tu país cambia la moneda. Puedes confiar en el ahorro, pero sabes que, en este caso, fallará, a menos que cambies todos tus ahorros a una moneda válida.

Es la versión más intensa de “tener fe”

Hay quienes consideran que decir “fe ciega” es usar una palabra de más. La fe puede ir creciendo hasta ser ciega, despacio, ayudándose de factores emocionales y de un grupo social que incline a creer, sin importar cuál sea el peso de la evidencia, que esa fe es la única, la verdadera, y el resto del mundo está equivocado.

No es exclusivo de la religión

Hay personas que se atan a una filosofía, marca, estilo de vida, persona, etc., y le defienden a capa y espada. Usan las mismas rutas, nunca cambian las recetas, prueban siempre lo mismo, votan al mismo partido,y si alguien les sugiere que hay otras posibilidades, les responden, con diversos grados de educación y énfasis, que así lo prefieren.

Es cerrarse a la evidencia

Cada año, se lleva cabo un “suicidio homoepático masivo”. En este día, miles de personas ingieren dosis de remedios homoepáticos y esperan a ver si mueren. Según su teoría, si hay algún elemento activo (lo que hace que funcione) en esas medicinas, morirán, lo cual probaría que la homeopatía sí funciona. Las fechas varían, y hasta ahora, no ha habido ninguna muerte, ni siquiera esas que fueron registradas en video y frente a testigos. La homeopatía requiere de fe ciega para “funcionar”, y cuando lo hace, su efecto no difiere del de un placebo.

Significa “doblar” la realidad

Algo menos rígido que el punto anterior. Te prometieron que nunca se haría de noche, y se hizo de noche. De seguro es una prueba para tu fe, para saber si de verdad crees, o confías. O en realidad, como te dijo tu colega de grupo, no es que sea de noche, sino que debes creer para ver que, en realidad, es de día. La realidad, aunque diga que eso en que tienes fe ciega es falso, siempre podrá encajar en tu esquema.

Implica un factor emocional

La esperanza puede ser un pilar poderoso ante la adversidad. Puede que tenga alguna clase de fundamento, o que sea la única alternativa a derrumbarse y dejarse morir, por ejemplo, en una catástrofe. La esperanza puede no ser solo de salvación, sino de recompensa o de venganza, de saber que “se tenía razón y los demás estaban equivocados”. También entran el juego el deseo de pertenecer, y el miedo a lo que pasará “si no hago eso que tengo que hacer”. Sin este componente afectivo, no hay fe ciega de verdad.

Es muy buscado en las sectas

¿Por qué grupos de personas deciden seguir a un líder en todo lo que dice y hace? ¿Por qué dejan atrás familia, amistades, trabajo, y se van a una comunidad donde trabajan cual esclavos y el abuso sexual es tratado como normal, o hasta como un honor? Porque tienen fe ciega en todo lo que dice ese líder. Todos los esfuerzos serán recompensados, ya sea después del día del juicio final (ya van más de veinte de esos, y seguimos aquí) o después de un suicidio masivo.

Es una forma muy lucrativa, y poco ética, de vivir (si eres quien les hace creer)

Observa a esos predicadores que se llenan los bolsillos con los donativos de sus fieles. Por lo general, hombres adultos, aunque a veces adoctrinan a menores para que el impacto sea mayor. Dicen que mientras más dinero den, más se acercarán a (esa recompensa que les trajo a ese grupo), y que si no lo han logrado es que no tienen suficiente fe (no han donado lo necesario). Esta clase de predicadores mezclan carisma, intimidación, manipulación psicológica, adoctrinación en ser leales, y muchos elementos más de un manipulador, para que unas pocas personas (ella, primero) se vuelvan multimillonarias.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo