Señales para saber si te estás enamorando de una persona

Pocas cosas en la historia de la humanidad han dado tanta tela por cortar como lo es el del amor. Ha sido el principal motivo por el cual se han levantado monumentos, realizado obras de arte inmortales, llevado a cabo locuras y hecho correr ríos de tinta.

Hay que diferenciar el enamoramiento del estar realmente enamorado/a de alguien. En el enamoramiento, se tiende a idealizar a una persona, cuando el amor es comprender que el objeto de tus afectos no se acerca a la perfección, sino que es un ser humano, con defectos y virtudes, que puede cambiar y evolucionar.

Para saber si te estás enamorando de alguien, presta atención por si estas señales se aplican a ti.

Te asusta perderle

Todos tus seres queridos son mortales. Es algo que a veces se olvida, aunque el tiempo tarde o temprano nos lo recuerde. Sin embargo, con esta persona en particular el pensamiento te atemoriza. Y no sólo en lo que respecta a la muerte, sino a lo que podría pasar si esa persona decide dejarte, o si no eres lo bastante bueno/a para él/ella, si la relación entre ustedes fracasa, etc.

Te hace ser más flexible

Una de tus amistades te ha insistido durante años para que intentes un restaurante vegetariano, o que le acompañes a ese club donde bailan un ritmo que no conoces, y no lo logró. Esa persona te propone algo similar, o incluso lo mismo, y pones muchos menos reparos. Si quieres intentar cosas nuevas por esa persona, puede que estés enamorándote de él/ella.

Te hace desear ser mejor

En especial, si esa persona está en una situación algo más estable o mejor que la tuya. Esto no sólo se debe a que desees impresionarle o agradarle, sino a que el amor sólo puede prosperar entre seres más o menos iguales

Las demás personas palidecen en comparación

Es común que se piense en una clase de persona cuando se piensa en la pareja que desearías. Y si sabes cuál es tu “tipo”, podrás identificarle enseguida. Si ves a alguien de tu “tipo” y sólo piensas en el objeto de tus afectos, bueno, es evidente que esa persona es mucho más importante para ti que la personificación de tu “tipo”.

Piensas en el futuro, y no te asusta

En especial, si lo piensas junto a esa persona. Hasta puede que sonrías pensando en esas pequeñas cosas que las parejas felices comparten, y te imaginas a ti y a esa persona. El planear a largo plazo con una persona es un signo de desear que la mencionada persona siga contigo por mucho tiempo.

Ves su belleza interior

Ver modelos apetecibles a la vista, que han pasado por ejercicios, dietas, profesionales varios y horas de Phptoshop, puede ser agradable en algunos momentos. Y luego miras a esa persona, que no es supermodelo, sino una persona, y te gusta lo que ves. Aunque esté lejos de un ideal estético, observas sus otras cualidades, sean tangibles o no, y sonríes.

Siempre tienes tiempo para esa persona

Una de las cosas más valiosas que tienen las personas es el tiempo. Si decides usar el tuyo con esa persona, ya sea por algo sencillo, como alcanzar algo que no puede, o algo más complicado como una mudanza, es porque le consideras alguien valioso y digno/a de tu tiempo.

Te alegras de sus logros

Aunque hayas fracasado, si esa persona ha logrado una meta, te sientes feliz. O le felicitas, sabiendo que ha trabajado por ello y lo ha conseguido. Aunque realmente hayas querido lograrlo, no te entristece para nada.

Siempre piensas en esa persona

En más de un sentido, claro está. ¿Le gustaría más esa prenda azul o la roja? O quizás le guste esto que compré hace mucho y nunca usé. Piensas en esa persona cuando está riendo o cuando te mostro una cara que no revela a todo el mundo. La sonrisa boba es evidente para cualquiera que te observe en esos momentos.

Es la mejor parte de tu día

Si le ves de forma más o menos regular, sientes que una sonrisa aparece en tu rostro. Aunque el día sea pésimo, o uno de los mejores de tu vida, el encontrarle siempre mejorará tu ánimo.

Simplemente deseas que sea feliz

Cuando te estás enamorando de alguien, ya no se trata sólo de tu persona. Ahora deseas que esté feliz, e intentarás hacer lo posible para que se haga realidad. Cuando le ves sonreír, y sabes que tú has sido quien lo ha logrado luego de una situación desagradable, o de un día pésimo, será como si esa alegría también estuviese en ti.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo