Señales para saber que hay química entre dos personas

Antes que nada, el tener química no significa que se ha hallado a la “media naranja”, o al “alma gemela”. Para empezar, cada persona es un ser completo, y para terminar, la química es sólo el primer paso. Significa que ambas personas han manifestado su interés por la otra, de forma entendible, lo cual indica cierto potencial. Y algunas señales de la química son las siguientes.

Tienen intereses compartidos

Eso de “los opuestos se atraen” ha sido demostrado como una falacia. Si no se tienen intereses comunes, la relación está destinada al fracaso desde el día uno. Si en cambio, comparten algunos aspectos de su existencia, es una buena señal.

Se entienden sus sarcasmos

Un ejemplo amigable de sarcasmo es cuando, en un ambiente distendido y hasta infantil, uno empieza a decir cosas un poco serias, con rostro ídem. Si ambos están en la misma sintonía, puede que de pie a un interesante intercambio de sarcasmo, algo que no toda persona puede hacer, a menos que se tenga cierto nivel intelectual y conocimientos.

El respeto es mutuo

Ninguna persona es perfecta, por más que lo parezca. Sin embargo, el respeto es indispensable en una relación sana, y para que sea sana debe de comenzar en las primeras etapas, es decir, cuando comienza la química.

Se mueven “en espejo”

Una manera de saber si hay atracción, química o alguna clase de admiración es observar el lenguaje corporal. Cuando imitas algunos movimientos, poses o hasta tics, significa que deseas parecerte, o agradarle, a la persona de los cuales los has copiado.

Notan los pequeños detalles

Hay cosas que pueden pasar desapercibidas a simple vista, o para quien no conozca a una persona más allá de la superficie. Como ha pasado a ser alguien importante, se empieza a observar las sutilezas de su personalidad, al punto de reconocer algo que le gustaría, sus pertenencias, o si le ha sucedido algo con sólo una mirada.

Se ríen juntos

Aunque no sean la clase de gente que se ríe a carcajadas, cuando ríen, lo hacen juntos. El cantar o reír con otras personas hace que te sientas más unida a ellas, debido a que comparten actividades que generan endorfinas. Además, puede que tengan ciertos chistes privados que sólo ustedes comprendan, aumentando el nivel de intimidad.

Los silencios son cómodos

Cuando hay química, los silencios son lo opuesto de incómodos, en donde te preguntas si la persona con la que hablas se aburrió y no se va sólo por buena educación. El silencio es cómodo porque sabes que la otra persona está contenta de estar contigo, y tú también.

Cuando se hablan entre sí, lo hacen un poco… diferente

Sea que ya han desarrollado algunos chistes internos, o que se refieran a alguna experiencia privada, o que cambie su tono de voz, se nota. En especial cuando se compara cómo habla con esa persona, y cómo lo hace con otras.

Su comportamiento es consistente

Todas las personas mienten, en mayor o menor medida, pero algunas lo hacen mejor que otras. Es difícil mentir bien, todo el tiempo, y por eso empiezan a notarse detalles, hilachas, contradicciones. Cuando hay química entre dos personas, no hay nada de eso. Ambas desean saber más del otro, y para eso no necesitan fingir.

El tiempo se les pasa volando

¡Cómo pasa el tiempo cuando te diviertes! Lo mismo sucede con dos personas con química. Pueden quedarse hablando toda la noche, disfrutar el silencio, hacer alguna actividad interesante o lo que sea, pero el tiempo siempre se les pasará volando.

Ambos ponen de su parte

La química, como se dijo antes, es una buena señal si se desea una relación con potencial de ser más seria. Así y todo, no basta para llegar a buen puerto: se necesita trabajo, tiempo, flexibilidad, respeto y confianza, entre otras cosas. Este esfuerzo debe ser más o menos equitativo, ya que eso indica un interés de ambas partes en avanzar.

Han atravesado la barrera del toque

Es el signo más claro de todos. Cuando pueden darse ligeros toques (en el hombro, la espalda, el brazo, etc.), y reaccionan de forma positiva, significa que van por buen camino. Esta clase de comodidad puede llevar a una buena química sexual, y eso no se puede fingir.