Rasgos de las personas manipuladoras

Dentro del gran espectro de personas que existen en este mundo en la actualidad, hay tipos que es mejor evitar apenas se pueda. Como, por ejemplo, las personas manipuladoras, esas que fagocitan tu vida a favor de la de ellas. Si alguien de tu entorno tiene algunos de estos rasgos, aléjate lo más pronto que puedas.

Tienen una enorme necesidad de controlar

Una persona manipuladora no tolera que alguien más controle una situación. Si en verdad confiase en sí misma, no tendría necesidad de mostrarlo los cuatro vientos, y “es que soy una persona con mucha confianza”. Esta es una excusa que usan las personas manipuladoras para salirse con la suya. Cuando no están en control de una situación, se sienten amenazadas.

Prometen ganancias, o no tener pérdidas, si les obedeces

Entre las muchas diferencias existentes entre manipulación y negociación, está el beneficio mutuo. En una negociación, ambas partes se benefician si ceden en algo. Si se trata de un manipulador, no cumplirá con su parte y te hará sentir mal por ello. “Si haces esto (algo que no quieres hacer), ganarás aquello” dicen, o “bien, hazlo (algo que quieres hacer), pero entonces olvídate de esta cosa” dice el manipulador.

Dicen algo y luego lo niegan

Una persona manipuladora usará todos los recursos que tenga disponibles para hacer que la realidad les beneficie a ellas y a sus objetivos. “No, yo no dije A, yo dije B. Yo NUNCA diría B. ¿Es que te falla la memoria?”. En inglés se usa el término “gaslighting” para esta forma de abuso psicológico, usado para hacerte dudar de tu persona. Si estás insegura, serás más fácil de manipular.

Usan la culpa y la compasión para mantener el control

Una persona manipuladora sabe bien cómo actuar en el papel de víctima. Dirán lo que sea para lograr lo que quieren, en especial si su víctima es de corazón compasivo y no soporta ver sufrir a los demás. “Oh, claro, ve a esa reunión con tus amigas/familia/compañeros de trabajo, yo me quedaré aquí, solo, trabajando para que podamos llegar a fin de mes” o similares, son comunes en esta clase de personas.

Minimizan los problemas y dificultades de los demás

Una persona manipuladora no le prestará atención a tus problemas, a menos que pueda usarlos para su beneficio. “Oh, es una pena que hayas discutido con tu madre, pero al menos tienes una. La mía está muerta, pero incluso cuando estaba viva, peleábamos más que tú y tu madre. Es casi como si nunca hubiese tenido una”. Si osas señalar que ha girado el tablero, dirán que eres egoísta y que no piensas en los demás.

Se presentan como personas que desean ayudar

Si les pides ayuda en algo, te ayudarán encantadas. Si no les pides ayuda, te la ofrecerán de todos modos. Si dicen que te ayudarán, empezarán a resoplar o a expresar de forma no verbal que ayudarte les desagrada. Si le preguntas al respecto, empezarán con su manipulación. Te dirá que en realidad sí quieren ayudar, y que estás siendo irracional o similares. Harán cosas que no les has pedido, porque ella “sólo quiere ayudarte” y eres mala persona por despreciar sus esfuerzos.

Nunca hablan, ni actúan, de forma directa

Su forma predilecta de acercarse a personas que desean manipular es la pasiva-agresiva. Es el ejemplo de una pareja en donde ella decide volver a estudiar, y él le dice que le dará todo su apoyo. A los pocos días, cuando ella se prepara para un examen, los niños pelean, el televisor está demasiado alto, y él está sentado, haciendo nada. Cuando ella le pide ayuda, él le dice que no puede esperar que el mundo deje de girar porque ella tiene un final, o un proyecto. ¿Para qué se metió en algo que no podía hacer?

No hacen preguntas, declaran

Una persona manipuladora evita hacer preguntas, porque eso implicaría el admitir que no saben algo, lo que significa perder poder a ojos de los demás. Además, evitan usar el “yo”, disfrazando su duda o curiosidad como si fuese de alguien más. Y, cuando quieren hacer una pregunta, la formulan de forma tal que sólo puedas elegir una de las opciones que te presenta.

Absorben toda la energía de la habitación

Cuando una persona manipuladora entra en una habitación con gente en buen estado de ánimo, con unas pocas palabras puede cambiar la situación. No sólo porque desea estar en control, son porque no tolera que la gente sea feliz si no la hacen feliz a ella. De esta manera, pretende que le hagan sentir mejor, para que el ánimo vuelva a ser bueno en general. Las personas a su alrededor terminan exhaustas, y ella muy feliz.
 

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo