Rasgos de una persona insatisfecha con su vida

 Quizás te hayas cruzado con una antes, quizás la tengas en tus círculos ahora, o hasta puede que lo seas tú. Es la clase de persona que nunca, por más que lo intente (si es que lo intenta) se siente satisfecha con lo que tiene. Y si bien la naturaleza humana es deseante (ya logré esto, ahora quiero eso otro), estas personas se pasan. Estas personas, que pueden ser tanto mujeres como hombres, emiten algunas de las siguientes señales.

Se aferran al pasado

Oh, qué gloriosos días fueron aquéllos que ya no va a poder volver a vivir. Esta clase de personas olvidan todo lo negativo de su pasado, y cubren los detalles más positivos en un manto dorado y perfecto. El anhelo de algo imposible sólo hace más miserable sus vidas.

Piensan demasiado en el futuro (y no viven el presente)

En el otro extremo, están quienes piensan que, algún día, su horrenda vida terminará. Se concentran en la meta, sin saber que gran parte de esa meta es el viaje, la experiencia, el intentarlo. La meta podrá lograrse o no, ya que puede que cambie de objetivos, pero el camino enseña muchas cosas que la meta no.

Pasan tiempo con gente negativa

Las personas negativas, tóxicas, egoístas, que no aprecian ni respetan a los demás, nunca aportan nada bueno. El vivir en una nube negra de negatividad nunca hará que se vea lo positivo de la vida, ni que se tomen riesgos, ni que se intente mejorar. El no cambiar es cómodo, por más que hunda despacio y anule como persona.

Detestan su presente, y no hacen nada por cambiarlo

Odian su trabajo, su pareja les cae mal, siempre se preocupan por el dinero, sus relaciones de amistad se sienten como obligaciones, viven en un lugar que les desagrada y no mueven un dedo para cambiarlo. Consideran que el mundo debe ser como él o ella quiere que sea, pero nunca intentan dar el primer paso. La estrategia de la bella durmiente no funciona fuera de los cuentos de hadas.

Cambian para satisfacer a otras personas

El pequeño gran problema con esto es que las personas vienen y van, pero quien tiene que vivir toda tu vida contigo eres tú. Personas como estas, que intentan cambiar para amoldarse a lo que los demás quieren que sea, nunca, pero nunca, serán felices, y jamás verá cumplidos sus objetivos. Es una de las fórmulas más fáciles de ser infeliz.

Piensan que la felicidad es ignorancia (y envidian a las personas felices)

Si bien a veces la ignorancia trae felicidad, eso no significa que no ser ignorante te hará infeliz. Las personas felices saben cosas que las personas infelices ignoran. Eso genera envidia en quienes tienen vidas insatisfechas, y deseos de saber cómo lo hacen. Pero, incluso si se los dicen, eso no significa que lo apliquen en su vida.

Dejan pasar oportunidades

La realidad tiende a no jugar de la forma en que quisiéramos que lo haga. Hay casos de personas de éxito que tomaron una oportunidad cuando no estaban en las condiciones óptimas para ello, y lograron lo que deseaban, aunque no de la forma en que pensaron. A veces, salir de la zona de comodidad puede ser una experiencia renovadora, aunque sea para descubrir que eso que no sabía si le gustaba terminó no siendo de su agrado.

Piensan que ya han perdido su oportunidad

Algunas personas creen que llegará una oportunidad dorada y que, al tomarla, todo irá sobre ruedas. El problema es que la vida no es así. Algunas oportunidades no se presentan, sino que se crean. Si piensan que ya ha pasado su momento, entonces nunca logrará lo que desea.

Piensan que si tiene suficiente, serán felices

El mensaje que da la publicidad, cualquier publicidad, es “si compras esto, serás feliz/mejor persona/te querrán más”. Por eso, compran todo lo que pueden, a veces contrayendo deudas, pensando que en la próxima compra estará su felicidad. Y como nunca es así, nunca están satisfechas.

La felicidad siempre está en el futuro

La coletilla de esta gente es “estaré satisfecha cuando pase X”, siendo X el siguiente pago, la siguiente compra, la relación amorosa que vendrá, el trabajo que tendrán luego, etc. La felicidad, el ser una persona satisfecha, nunca estará en el presente. Vivirá en un estado de perpetua insatisfacción, siempre esperando un futuro que no le dará felicidad, nunca.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo