¿Qué significa que te digan “no eres tú soy yo”?

Quien no haya recibido nunca un “no eres tú, soy yo”, o tiene mucha suerte o está en una profunda negación. Es una de las formas más conocidas que se utilizan para dejar una relación de pareja, y la más vieja del libro. Si es que aún no sabes lo que significa, o no quieres creerlo, ven, toma una taza de té de hierbas, o una copa de vino, si lo prefieres, y ojea lo siguiente.

No me gusta la relación, o quien soy en la relación

Hay personas que empiezan una relación con poco convencimiento, y piensan que el tiempo les mostrará que esa relación vale la pena. Otras empiezan muy convencidas que funcionará, pero no funciona. Y hay quienes creen que la pareja funciona, pero su pareja piensa otra cosa. Puede que al final la relación de pareja no sea lo que quieren, o no les gusta la persona que llegaron a ser en esa relación de pareja.

Quiero ahorrarme el drama y la culpa

En ocasiones, lo que te dice es que, en realidad, no quiere estar más contigo. Y, de paso, no quiere que le armes un escándalo, le reclames cosas, o pretendas que te explique los verdaderos motivos por los cuales ya no quiere que sean pareja. Al decir que es él o ella, puede ahorrarse todos los problemas que conlleva terminar una relación.

Me siento poca cosa para ti

Una persona insegura, sin importar lo que tenga, lo que logre o lo que sea, nunca pensará que es merecido. Si le quieres y él o ella consideran que no te merecen, terminarán rompiendo la relación para no retrasarte, o impedir que encuentres a alguien “a tu altura”.

No voy en serio y uso Tinder varias veces al día

Quizás sólo quería pasarla bien contigo por un tiempo, hasta encontrar algo mejor o más accesible, o que haga todo eso que tú no tienes intención de hacer. Si tiene la mentalidad que siempre hay alguien más esperando, nunca logrará conocer a alguien en serio, y por lo tanto, nunca tendrá una relación duradera y monógama.

Me apuré demasiado en esta relación, y ahora es incómodo

Todo empezó cuando uno quería una noche entretenida y el otro deseaba intentar iniciar una relación. El primero se dejó llevar, pensando que quizás todo cambiaría, pero no fue así, y ahora no sabe cómo decírselo al segundo.

No tengo ganas de seguir intentándolo

Puede que ya hayan intentado arreglar sus problemas, pero él o ella se ha hartado. El cansancio le ha quitado las ganas de seguir intentándolo, y sólo quiere dejarlo, no enfrentarse a los problemas que tiene la pareja y, menos aún, a una pareja que es una persona con defectos y virtudes.

Tenía una cuento de hadas en la cabeza y no va como lo planeaba

No hay nada de malo en leer obras de fantasía (de hecho, te hace ser una persona más empática, y aumenta tu vocabulario, entre muchas otras ventajas). Lo malo es cuando pretendes tener la ida de esos personajes de ficción. Si quieres que tu vida sea como un cuento de hadas, te espera una vida de decepciones amorosas.

Asumí que leías mi mente, así que nunca aclaré mis intenciones

Algunas personas no leen las señales sutiles. El pensar que todo el mundo capta las indirectas, o que sabe de lo que hablas aunque no le hayas dicho nada, no es algo sensato. Si tú querías algo de la relación, y la otra persona quería otra cosa, y nunca se aclararon, las posibilidades que sean una pareja exitosa es de, bueno, cero.

Estoy en una prisión hecha de mis dudas, y estoy emocionalmente no disponible

Hay personas que no saben qué hacer una vez que salen de su zona de comodidad. Menos aun cuando eso implica el empezar una relación, ven que puede funcionar, y entran en pánico. El primer instinto que tienen es el de huir, cortando la relación, ya que no saben qué hacer ante la posibilidad de, esta vez sí, tener una relación que funcione.

Eres tú, y nunca lo aceptarás

A veces, el problema eres tú en realidad. No aceptas tus defectos, nunca estás en un error, tu juicio nunca se equivoca, y quien diga lo contrario está mintiendo. Algunas personas no lo soportan, incluso aunque intenten lidiar con ello, sabiendo que nadie es perfecto. Y, entonces, llega un día en que no quieren estar más contigo.
 

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo