Rasgos característicos de una persona narcisista

Cuenta la leyenda que, allá lejos y hace tiempo, un bello joven llamado Narciso se enamoró de su reflejo en el agua, al punto que terminó convirtiéndose en la flor que hoy lleva su nombre. Hoy en día, si bien podemos vernos en espejos y fotografías, el narcisismo sigue presente, y se hace mucho más obvio por la cultura y tecnología actual. ¿Cómo identificar a una persona narcisista?

Cree que es una persona “única y especial”

Genéticamente, toda persona es única e irrepetible, a excepción de los gemelos idénticos. Si bien cada quien tiene elementos positivos (y negativos), esta persona tienen delirios de grandeza, y se ve como vemos a protagonistas de grandes películas y novelas: quien mueve la trama, hace bien al mundo con su presencia, posee gran belleza, inteligencia, astucia, es indispensable, etc.

Exagera su importancia

Sus logros son más importantes que aquéllos de quienes le rodean y las propias virtudes son, por lejos, superiores. Espera que se le reconozca con admiración a dondequiera que vayan, o en los sitios en donde quiere hacerse notar. Si no sucede esto, intentarán que se note cuán genial es, y lo bien que le hizo al mundo por haber nacido.

Acapara las conversaciones

Sabes cuándo está en la habitación porque su voz llega hasta tus oídos, echándose flores y loas a su último gran logro. No deja que tomes parte en la conversación y, si por algún casual cambian de tema, intentará que la charla regrese a su persona cuanto antes.

Le encanta romper las reglas

Consideran que, por ser “especiales”, merecen un tratamiento acorde. Llegan a ofenderse si les dicen que tiene que respetar las normas, como una persona común y corriente. Les enorgullece cuando la gente hace excepciones por él o ella, y les encanta salirse con la suya al no respetar reglas establecidas.

Les rodea la envidia

Sea que piense que otras personas le envidian, o porque en realidad envidia a otras personas. A estas últimas las ve como seres que tienen más de lo que merecen tener, en especial si son cosas que quiere para su propia persona.

Exige excesiva admiración

No, no puedes ir a clase, debes quedarte conmigo y ayudarme para mi evento de esta noche. ¡Olvídate del trabajo, debes echarme ánimos para presentar mi proyecto, y eso significa que estés aquí! Eres una mala persona, sabías que iba a estar mi obra en el teatro y no fuiste, no sé si es verdad que tu abuela se rompió la cadera. Tu vida es secundaria, debes admirarle a toda hora y en todo momento.

Reaccionan a las críticas de forma exagerada

No importa si es una crítica, o si consideran que se les está criticando de alguna manera, reaccionarán igual. Si, por ejemplo, les preguntan algo que puede poner en evidencia alguna ignorancia o defecto, intentarán desviar la conversación, o dirán una mentira como si realmente pensasen que es la respuesta correcta.

Proyectan en otras personas lo que no quieren que se les note

No, yo no tengo baja estatura, eres tú la que siempre anda con esos tacos altos, para que nadie note que eres una enana. Creo que quieres decirle eso a ella, la pobre aún no puede aceptar que el embarazo le ha dejado varios kilos de más, mientras que mi figura es la perfección renacentista. La clase de repaso es opcional, no es que la necesite, como tú, la profesora se equivocó con mi nota. Oh, no, nadie tiene problemas administrativos, salvo quizás él, que aún no ha logrado pagar su hipoteca, yo sólo decidí irme a vivir en carpa por la experiencia, es la última moda.

Viola los límites

Le gusta pasarse por alto los límites que le ponen las personas, en especial con respecto a esas mismas personas. Toma prestados objetos o dinero y no los devuelve, rompe promesas, te lleva a hacer algo que dijiste que no querías hacer pero él sí, y cuando le pasa algo, es tu culpa (“sabías que me iba a olvidar, ¿por qué no me lo recordaste?”).

Proyectan una imagen falsa

Es muy fácil el mostrarse de una manera en las redes sociales, por ejemplo, y ser otra en la realidad. El mostrarse cual “trofeo” implica exagerar sus logros, o inventárselos, para dar una imagen de mayor éxito o felicidad de la que se tiene en realidad. El mensaje que quieren enviar es “mira cuán especial soy”, o “soy mejor que tú”.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo