¿Qué significa ser una mujer de bandera?

La expresión “ser una mujer de bandera” no es desconocida para casi nadie, pero lo que ya resulta más complicado es definir en qué consiste. Mujeres guapas hay muchas, pero las mujeres de bandera son aquellas mujeres excepcionales que dejan huella allá por donde pasan. ¿Quieres saber si tú perteneces a este grupo? Pues lee y con atención y comprueba si te sientes identificada con estas 7 afirmaciones. En caso de que así sea, no lo dudes: eres una mujer de bandera

Los hombres no pueden dejar de lanzarte piropos

Quizás cuando comenzaste a desarrollarte como mujer te resultaba chocante o extraño recibirlos, pero ya estás más que acostumbrada. Donde quiera que estés, los hombres no dejan de alabar tu belleza a la menor ocasión. Unos lo harán de un modo más sutil y educado, otros, no tanto. Pero el efecto que causas en el género masculino es siempre el mismo, admiración y deseo.

Eres el centro de atención allá donde vas

Está comprobado. Es entrar en una estancia llena de gente y todas las cabezas se giran hacia ti. Tanto hombres como mujeres no pueden apartar su mirada y comentan acerca de tu belleza y porte. Ellos, soñando con tenerte, ellas, muy probablemente, molestas porque las eclipsas a todas. Es una historia que se repite una y otra vez, y algo con lo que has aprendido a vivir. Aunque a veces resulte molesto no poder pasar desapercibida, sabes que es un pequeño precio a pagar por la excepcional belleza que tienes la fortuna de poseer.

Siempre vistes de manera favorecedora y elegante

Tener un físico excepcional o una belleza arrebatadora no es suficiente. Para ser una mujer de bandera debes tener cierto gusto en el vestir. Aunque es fácil que con un cuerpazo como el tuyo todo te siente bien, necesitas un mínimo de criterio a la hora de combinar tu indumentaria. Si no lo tienes puedes terminar pareciendo un fantoche, y esto es incompatible con el concepto de Mujer de bandera.

Cuidas tu imagen en todo momento

Sabes lo que la gente espera de ti, por eso no sales nunca a la calle despeinada o sin maquillar. Como mucho, te aplicas un maquillaje suave durante el día para no llamar mucho la atención al ir a la compra o al gimnasio, pero, consciente como eres de que es inevitable que te miren, sabes que debes presentar una imagen aceptable en todo momento.

Ejercitas tu cuerpo para mantener todo en su sitio

Que la Naturaleza haya sido generosa contigo no significa que tú no tengas que poner algo de tu parte también. Aunque el paso de los años es inevitable, sabes que una vida sana y ejercicio físico pueden prolongar tu condición de mujer de bandera hasta más allá de los 40 o 45. Y ¿por qué renunciar tan joven a algo tan bonito como sentirse deseada? Por eso no perdonas ni una clase de zumba y te machacas en las series de abdominales.

Tienes clase y estilo

¿Alguien imagina a una mujer de bandera gritando en medio de la calle como si estuviese en un puesto de verduras? Ambas imágenes son incompatibles. Para ser una mujer de bandera no es suficiente con un cuerpo privilegiado o una belleza física fuera de lo común. Hay que demostrar saber estar en todas las situaciones. La clase y el estilo son imprescindibles, y si careces de ellos, tan sólo se te podrá calificar como una mujer guapa…pero vulgar.

Sabes de tu valía, por eso sólo los mejores hombres pueden conquistarte

Aunque tantos halagos pueden hacer perder el sentido de la realidad a cualquiera, tratas de mantener los pies sobre la tierra. Ello no quita, sin embargo, que no reconozcas lo que de cierto hay en ellos. Por eso, sabiéndote excepcional, tu nivel de exigencia con los hombres es alto. Deben ser atractivos, con carisma y personalidad y educados para estar a tu altura. Y quienes no cumplan dichos requisitos tendrán que conformarse con seguir perteneciendo a tu muy numeroso club de admiradores y seguir soñando con tener a una mujer como tú.

¿Altiva? No, realista. Mujeres de bandera hay pocas. ¿Tienes tú la fortuna de ser una de ellas?