¿Qué significa ser una mujer "cougar"?

No importa si piensas que todo tiempo pasado fue mejor (pista: no es verdad), porque el tiempo no se detiene. Las épocas pasadas, esas que son tan bonitas en las publicidades vintage, no fueron tan agradables ni perfectas como se quiere hacer creer. Ahora, por ejemplo, se tiene más libertad sexual que antes, en especial para las mujeres y las personas no heterosexuales. Eso trae, entre otras cosas, nuevas relaciones y términos, siendo uno de ellos “cougar”.

Argot inglés para mujeres “cazadoras”

Esta palabra inglesa significa, literalmente, “puma”. Se quiere dar a entender que se trata de una situación en donde una mujer está “a la caza” de hombres más jóvenes, cosa impensable hace cincuenta años. Su objetivo puede ser el tener una relación puramente sexual o el buscar algo más duradero.

De origen canadiense, popularizado por Estados Unidos

La primera vez que se utilizó esta palabra fue en un sitio de citas canadiense. De allí pasó a Estados Unidos, y se la utilizó, más que nada, en películas (“American Pie”) y series del tipo sitcom. Luego, pasó a ser la trama de realities, en donde una mujer de cuarenta podía elegir en un grupo de jóvenes muchachos veinteañeros. También hay concursos de belleza de estas mujeres, por el título Miss Cougar.

Su edad puede variar

Algunas personas consideran que, para ser una cougar, una mujer debe tener cuarenta años o más. Otras, en cambio, piensan que una mujer de treinta y cinco años puede considerarse una, si busca parejas de menos de veinticinco años. En este caso, no se considera tanto la edad de la mujer, sino la brecha de más de diez años de diferencia con su pareja.

No se parecen a los estereotipos

Olvida lo que has visto en películas y series de televisión. En la enorme mayoría de los casos, están hechas por hombres, pensadas para hombres, y no para reflejar la realidad. Las cougar son personas de verdad, con sus defectos y virtudes. No esperes encontrarlas usando ropa pensada para muchachas veinte años más jóvenes, de animal print, y mucho más ajustadas de lo que les resulta cómodo. Cada mujer tiene su propio sentido del estilo.

A veces buscan, a veces son buscadas

Se considera que una cougar va en busca de hombres jóvenes, tan jóvenes que podrían tener la edad de sus hijos. Este no siempre es el caso. Algunos jóvenes buscan mujeres mayores porque les resultan más atractivas que las chicas de su edad, o porque lo ven como un desafío.

Hay distintas clases de cougar

No existe un solo tipo de cougar, y algunos son bien conocidos: la “dulce mamita” (rica y que puede pagarle los gustos a su pareja), la de carácter fuerte (una mujer dominante, por ejemplo), la dulce (que a veces parece una madre), entre muchas otras.

Las “cougar” traen más beneficios…

¿Por qué un muchacho de veinte quiere salir con una mujer de cuarenta? Los motivos varían: “ella no quiere cambiar lo que soy”, dicen algunos, mientras que otros encuentran agradable el no tener que pagar por las citas. Tampoco juzgan o les dicen qué hacer (aunque algunos buscan a mujeres dominantes).

y hay cosas que les benefician a ellas

A contrario de lo que podría llegarse a pensar, una “cougar” que busca o que está interesada en una relación con un varón mucho más joven (diez años o más) que ella, ve ciertos beneficios. Uno de los más mencionados es que los jóvenes no temen expresar tanto sus sentimientos, son más atentos, las aprecian más que los hombres de la edad de ella, y no ven amenazada su masculinidad por la independencia de ella.

No todo es color de rosa

Hay algunos aspectos negativos de ser considerada cougar. Las palabras clave están en “ser considerada”, ya que una mujer puede serlo sin quererlo o buscarlo. Los comentarios del tipo “estás muy bien para tener tu edad” no son cumplidos: a los hombres se les permite envejecer, a las mujeres se les exige el parecer siempre jóvenes. Aún hay prejuicios con las mujeres que salen con muchachos más jóvenes (y cuando es un hombre mayor con una muchacha, él es un ganador y la muchacha se ha sacado un premio), relacionados con los prejuicios de la sexualidad femenina.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo