¿En qué consiste hacerse de rogar?

También conocido como “hacerse la difícil”, pese a la mala comunicación entre los sexos, existe. Puede ser destinado a una sola persona, a un grupo reducido de personas, o en general, y el objetivo es el mismo: generar atracción y, luego, no ceder ante la primera muestra de interés.

Hacerse ver como disponible

Esto incluye el lenguaje corporal, las palabras dichas y lo que no se dice, el tono y el momento en el que se hace notar. No es algo directo, dicho de frente y mostrando todas las cualidades físicas con un cartel colgando del cuello que avise de tu soltería, sino en formas más sutiles. Puede variar en los detalles, dependiendo del sexo de la persona que desees atraer, y el propio.

Atraer a tu objetivo

El hacerse de rogar no significa un rechazo, sino que se desea poner en claro que no aceptarás con facilidad. Hay quienes lo hacen porque desean asegurarse de las intenciones y los objetivos de su potencial pareja, mientras que están quienes prefieren mantener una imagen de no estar al alcance de cualquiera. Después de todo, las cosas buenas en la vida no suelen venir fácil.

Una vez creado el interés, distanciarse un poco

Esto puede hacerse excusándose para hablar con otra persona en el medio de la conversación, o no contestando todos sus mensajes o llamadas. Después de todo, tienes vida social, familiar y laboral, entre otras obligaciones, y en esta etapa tu objetivo no tiene por qué ser tu prioridad.

Valorar tu tiempo y tu disponibilidad

Espera uno o dos días antes de devolver las llamadas, nos siempre contestes sus mensajes, y nunca de inmediato. Tu tiempo es valioso, y tú decides cómo y con quién lo usarás. Tienes una vida aparte de la potencial relación, y eso no va a cambiar aunque tu objetivo muestre interés. Eres una persona con vida propia, después de todo.

Evita hacer planes de inmediato

Dile que no sabes si podrás ir, o que tienes que revisar tu agenda. O que te pregunte más tarde. Si tienes un verdadero interés, puedes sugerirle un día en el que tengas tiempo libre, como si no fuese gran cosa. Si propone otros planes en otros días, no dejes de lado actividades o compromisos ya programados por eso.

Alejarse si se vuelven posesivos o pesados

Hay cierta desgana en el público varonil en entender cómo es una relación sana, lejos de las fantasías masculinas, y los derechos y obligaciones de cada etapa. Si tu objetivo es varón y pretende que seas “de él” al poco tiempo, déjale en claro que no tienes esas intenciones, y vete. Hay casos similares cuando tu objetivo es una mujer, aunque el peligro siempre será mayor para una fémina ante un hombre que para un hombre frente a una mujer.

Utilizar la vaguedad

El aire de chica misteriosa es irresistible para algunos hombres, en especial cuando apelas a su instinto de cazador primitivo. Que tus respuestas sean indirectas y crípticas, para que se imagine el resto. Demuestra un interés cortés por su vida, pero nunca en demasía.

No darle lo que espera

Allá afuera está el “buen chico”, que actúa como un decente varón hasta que dejas en claro que no quieres nada con él, o que no deseas tener relaciones sexuales. En este punto es en donde se ofenden, acusándote de engañarles: en su razonamiento, actuar (no ser, sino actuar) como un “buen chico” les da derechos sobre ti. En las mujeres no se ve esto, aunque no están libres de problemas en sus relaciones (potenciales o no).

Poner en claro que tú eres la prioridad

Una persona feliz e independiente no necesita de una pareja, potencial o no, para vivir su vida. Si terminas con una persona, es porque tú lo decidiste, no porque le necesitas. Tú quisiste estar en esa relación, y por lo tanto, la hace más valiosa, en especial hoy en día, con tantas opciones disponibles.

No apurarse

El hacerse de rogar implica que eres una persona con la que vale la pena estar, que no elije a cualquiera, sino que es selectiva y que tiene opciones. Si tu objetivo demuestra interés y corres a sus brazos, estás diciéndole que lo ha logrado, que ya pueden dejar de lado el coqueteo, etc. A veces vale la pena esperar, para conocer mejor al objeto de tus afectos.

Recompensarle al final

En el caso que todo haya salido más o menos bien (son personas, algún error van a cometer), demuéstrale que ha valido la pena. Se aconseja ser errática: algo de aliento puede hacer maravillas, pero que no crea que ya lo ha logrado y puede relajarse. Aún no son nada serio.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo