Cómo hacer que un hombre te valore

Antes que nada, por favor, deja de lado las novelas románticas. Y no hablo sólo la de los libros de tapas rosa con letras doradas. Si quieres que ese hombre te respete, debes entender que él es una persona real, al igual que tú. Cuando lo comprendas, te será más sencillo hacer que te valore, en especial si haces lo siguiente.

Valórate a ti misma

Si no te valoras tú, menos lo harán otras personas. Eres un ser en desarrollo, y tendrás tus altos y tus bajos, siempre. No te compares con alguien que, a tu edad, ha logrado un éxito mundial, porque no sabes lo que ha hecho para llegar allí (tiempo, esfuerzo, suerte, contactos, etc.). Concéntrate en ti misma y valórate: el mejoramiento personal es un viaje, no un destino.

Respétate a ti misma

Similar al punto anterior, pero a eso se añade lo que tú estás dispuesta a hacer o no. Salir del área de comodidad es bueno, pero algunos cambios son un viaje, y no toman de un día para el otro. Si él te falta el respeto, díselo de forma directa. Tu privacidad, tu espacio, tu tiempo, son cosas que debe respetar. Si insiste, aléjate de esa persona desagradable.

Respeta a otras personas

Ser respetuosa no significa ser sumisa, dejar de lado tus deseos y ambiciones, u omitir reglas a favor de alguien. La buena educación no es debilidad. Respeta a ese hombre tanto como tú quisieras que él te respete. No sólo hablo de las palabras, sino del espacio, el tiempo, la privacidad, etc.

Desafíalo

La mayoría de los hombres les agrada una mujer con la que pueden debatir. Expresa tus opiniones, sean o no distintas a las de él, y si no están de acuerdo en algo, explícale por qué. Pocas personas pueden manejar el fino arte de no estar de acuerdo con alguien sin faltarle el respeto, y ellas son, por regla general, personas inteligentes e interesantes.

Ríete de ti misma

En la vida siempre habrá problemas, imprevistos, tropezones de toda índole. No puedes evitar que sucedan, pero sí puedes elegir qué hacer después. Una mujer que tiene un pequeño tropezón en la primera cita y se ríe de sí misma demuestra que está lo suficientemente segura de sí misma como para reírse. Eso sí, hay una fina línea entre reírte de ti misma y desvalorizarte. No la cruces.

No ocultes tus talentos y habilidades

Algunas mujeres creen que, para que se las respete, deben mostrarse como menos que un hombre. Menos inteligentes, menos conocedoras de tal o cual tema, menos habilidosas… El problema es que ya no estamos a principios del siglo pasado. Si ese hombre no respeta a una mujer que muestra que sabe algo, o que puede hacer eso o aquello, él no quiere a una igual, quiere a una inferior, y esa no eres tú. No ocultes tus cualidades, eso no hará que te valore como persona jamás.

No dejes de hacer lo que te gusta por él

Te agrada algo, digamos la mecánica, la carpintería o la física cuántica, pero él piensa que eso es desagradable, poco femenino, y que te iría mejor otra cosa, algo que a él le gusta. Una cosa es evolucionar en tus gustos y preferencias, y otra muy distinta es dejar algo de lado porque él te lo pide, sugiere o exige. Sigue haciendo lo que te gusta y si a él no le agrada, pues que no le agrade.

Muéstrate deseable

El varón tiene en su genética el instinto del cazador. Si ve que eres una mujer deseada por otro, de repente te volverás mucho más atractiva. No tiene por qué ser el deseo de una pareja: puede que lo que atraiga sean tus habilidades, tus antecedentes o algo que sólo tú puedas hacer en determinado entorno. ¿Y sabes qué es lo más sexy en una persona? La confianza. Entrena eso que te hace única, deseable, y trabaja en mejorarte.

Si algo no te gusta, di NO

Él quiere que tú hagas algo, y tú no quieres. En estos casos, pregúntale por qué quiere que lo hagas, y qué es exactamente eso. Busca información por tu cuenta, no sólo en los sitios que él te sugiere. Si así y todo no quieres hacerlo, dile que no, y mantente firme. Algunos varones creen que pueden convertir tu “no” en un “sí” si insisten lo suficiente. Si te has informado y sigues sin querer hacerlo, di NO, y mantente firme.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo