Ideas para la difícil tarea de dejar a una novia

Dejar a una novia nunca es fácil. Aunque no estemos enamorados de una persona, es imposible no tener al menos ciertos sentimientos por alguien con quien hemos compartido momentos divertidos, de intimidad, de pasión y muchas horas de compañía.

Pero cuando el amor ha desaparecido, seguir estancado en una relación sin futuro supone únicamente, añadir más dolor y sufrimiento para ambas partes.

Si no sabes cómo afrontar esta situación, aquí van algunos modos de dar solución al problema. No todos te parecerán adecuados, pero con que sólo alguna de estas ideas te sirva para reunir el valor necesario y dejarla, la lectura habrá merecido la pena.

Ve preparándola poco a poco

Cuando fallece un ser querido después de una larga enfermedad estamos más preparados para asumir su muerte que si ésta se produce de manera repentina. En el amor sucede algo similar. Comunicar una ruptura es traumático, pero cuando es algo que se ve venir desde lejos, el golpe no parece tan duro.

Por eso, si ya has decidido dejar a tu novia, comienza a mostrarte triste y decaído cuando estás con ella. Mantente serio y silencioso, y no respondas directamente a sus preguntas acerca de lo que te sucede. Poco a poco se dará cuenta de que no eres feliz con ella y empezará a asumir esa idea, de manera que cuando llegue el momento de comunicársela, no le resultará tan dolorosa.

Díselo a la cara cuanto antes…aunque le duela

Hay personas que creen que cortar por lo sano es mejor, y que a pesar de que el shock de decirle que la dejas de un día para otro puede ser muy fuerte, acelera el proceso y permite que cada uno pueda rehacer su vida lo antes posible. No cabe duda de que es así, pero verdaderamente hay que reunir mucho valor para decirle a la cara que ya no la amas y ver el dolor en su rostro. Si crees que serás capaz, adelante.

Trasládate a otra ciudad

Si tienes la posibilidad de encontrar un trabajo en una ciudad lejana a vuestra actual residencia, o marchar al extranjero a estudiar un idioma, ésta puede ser la solución. Es posible que ella quiera irse contigo, en cuyo caso deberías decirle que en tu nuevo trabajo te han ofrecido un contrato temporal y que debéis esperar un tiempo a ver cómo te va. La distancia física y cierto nivel de frialdad pueden ir preparando el terreno para comunicarle la noticia.

Escríbele una carta

Si te ves incapaz de decírselo cara a cara, una carta (en papel, al estilo clásico) puede ser un manera menos dolorosa de abordar el tema. Nada de emails, whatsapp o similares. Una carta en papel es la plataforma perfecta para expresar sentimientos, y dado que hoy en día son tan poco frecuentes, es una manera especial de comunicarle cómo te sientes y que seguir juntos sólo os perjudicará a los dos a largo plazo.

Pídele un tiempo

Es una forma un poco “tramposa”, pero sin duda, es eficaz. Pedirle un tiempo para pensar acerca de vuestro futuro como pareja deja abierta la posibilidad de la ruptura, pero también la puerta de la esperanza. Por eso, pedirle un tiempo es una manera de ir haciendo realidad vuestra nueva situación sin darla por definitiva. Ella no querrá agobiarte para no terminar de estropearlo, y tú conseguirás que se vaya acostumbrando a vivir sin ti, y que la ruptura definitiva no sea tan terrible.

Haz todo lo que ella odia

¿Le da rabia verte horas y horas pegado al mando de la consola? ¿No soporta cuando te dejas barba de tres días y le pincha? Seguro que hay cosas que te ha recriminado cien veces. Bien, pues es el momento de poner el acento en ellas hasta convertirte en un tipo insoportable. De este modo seguramente será ella la que termine por dar la relación por finiquitada y tú te ahorres el mal trago

Dile que eres gay

Esta es, junto con la infidelidad, una de las llamadas, “medidas extremas”. Si nada parece funcionar o no te ves zanjando el tema de ninguno de los modos anteriores, siéntala frente a ti, y todo lo seriamente que puedas dile…que te has dado cuenta de que te gustan los hombres.

Ante eso, no hay mujer que pretenda retenerte a su lado, aunque corres el riesgo de que se corra la voz y comiences a tener alguna que otra proposición no deseada…