Definición del concepto "amor"

Tema sobre el que han corrido ríos de tinta es el amor. Se habla de eso a la ligera para vender chicles o autos, aparece mucho en los discursos religiosos y es una de las cosas más difíciles de explicar. Se intentará definirlo en este artículo.

No es lo mismo que posesión

Repetiré una y mil veces hasta que quede claro: el amar a alguien no significa que ese alguien te pertenece. Olvida las novelas rosas o con cincuenta sombras de gris. El “si amas a alguien, déjale libre” significa que no le cortes las alas. No es tu objeto, es una persona, y esto es válido estén en una relación vainilla o en una relacionada con el BDSM.

No es lo mismo que entrega absoluta

La cultura occidental tiene a decirles a las mujeres que, para demostrarle a un hombre cuánto le aman, deben dejar de lado su vida para ponerse a su servicio. Dejar de tener vida, personalidad, ambiciones, metas, para vivir en una escena de rosa vaporoso con ribetes dorados. Esto no es amor, es reducirse a ser el accesorio o complemento no indispensable de otra persona.

No significa “perdonarlo todo”

El amor romántico mata mujeres, así de sencillo, y el mito tiene miras de perpetuarse. Sin importar si te juró a los pies de la Virgen que te amaría por el resto de su vida, si tu pareja te golpea, te denigra, te aísla, y te encuentras buscando formas de ocultar todo esto, es que no te ama, diga lo que te diga. Si de verdad te amase, no haría tu vida peor de lo que era, sino que querría lo mejor para ti. Y el dejarle no significa que no le ames, significa que respetas demasiado tu vida como para arriesgarla estando a su lado.

Puede haber distintas definiciones, dependiendo de la persona

Sea que lo hayas experimentado o no, tu definición de amor puede diferir de la persona que se sienta a tu lado en el transporte público, por ejemplo. Por eso, algunas personas intentan definir qué es el amor, empezando por definir qué significa el amor para ellas: ¿un sentimiento? ¿Una gran atracción? ¿Una sensación de enorme bienestar?

Las tres partes del amor, según la psicología

La pasión engloba al deseo físico, comportamiento sexual, y excitación sexual. Este es el lado físico. La intimidad es el aspecto emocional: cercanía, conexión, calidez y amistad. El compromiso es la decisión consciente de mantenerse juntos por un largo tiempo, respetando a la otra persona.

En la antigua Grecia había cuatro definiciones

“Agape” es como llamaban al amor incondicional, al amor por “elección”, aunque no te gustase. “Philia” es la caridad o el amor fraternal, guiada por nuestros gustos, y nuestras necesidades saludables o insalubres. “Storge” es la palabra para el amor familiar y la demostración física de afecto, la necesidad de toque físico. A veces, es el amor excepcional entre dos personas (“BFF” o “bromance”). Por último, “Eros” es el deseo físico, sexual, y es a raíz de la palabra erotismo.

Cada cultura lo expresa de manera distinta

Hay lenguajes, como el español o el inglés, que utilizan un alfabeto para formar palabras. Otros, como el chino o el japonés, utilizan pictogramas, es decir, dibujos de trazos simples (pictogramas) que se unen con otros para formar un concepto. En japonés, por ejemplo, para formar la palabra “amor” se utilizan los pictogramas de una mujer y de un niño, como simbolizando el amor de una madre por su hijo.

Hay distintos tipos de amor

El amor de una madre por su bebé no es el mismo que el amor de una pareja. Puede que ames a tus abuelos, y que lo mismo ames a tu hermano, y esos son tipos distintos de amor. Si bien cada tipo de amor implica cosas distintas, siempre se desea que esa otra persona se encuentre bien, feliz y con un buen futuro.

Sí, el amor existe hoy en día

Por más que parezca imposible, hoy en día el amor sigue existiendo. Quizás los matrimonios no duren tanto como en la época de nuestras abuelas, pero sigue allí, acompañando a la Humanidad. Hoy en día es el mejor momento para vivir, el más pacífico, y en el que las minorías tienen más derechos. Eso, aunque no lo parezca, también pasa por el amor.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo