Cómo hacer del besar un arte

Saber besar es una de las cualidades más apreciadas tanto por parte de hombres como de mujeres. El beso es un arma de seducción poderosísima capaz de crear más adicción de la que puedas imaginar, de manera que aprender a besar es una de las cosas que no puedes descuidar si quieres tener éxito en tus relaciones.

Aunque el beso parezca algo natural y espontáneo, también tiene su técnica y sus trucos. Pequeños detalles que marcan la diferencia y que harán que quienes prueben tu boca, lo tengan mucho más difícil para olvidarte.

Empieza despacio y ve a más

Lanzarse a besar de forma directa puede parecer un arrebato de pasión, pero también malinterpretarse como que eres demasiado lanzado/a o lo que es peor, que estás en el grupo de los desesperados que no se comen nada. Por eso es mejor un acercamiento gradual y un primer contacto de los labios suave y cálido que vaya aumentando en intensidad. De este modo te aseguras de que tu pareja de beso no se monte películas extrañas y además saboreas mucho más el momento.

Utiliza adecuadamente la lengua y la saliva

Existen muchas clases de besos, y dependiendo de cómo se desarrollen pueden tener un significado u otro. La lengua y la saliva son fundamentales a la hora de dotar de significado a un beso, y cómo se utilicen va a darle a ese momento una connotación más romántica o más sexual. Si el beso busca una excitación sexual puede ser más húmedo y con una mayor interacción entre ambas lenguas, pero si tiene un significado romántico y quieres hacerle saber que es algo más para ti, conviene moderarse en este aspecto y hacer del beso un momento más dulce e íntimo.

Eso no implica que el beso deba ser seco o que os limitéis a juntar los labios como hacían en las películas de los 50, pero sí debes entender que la forma de besar a esa persona va a indicarle en buena medida cuáles son tus intenciones con respecto a ella.

Haz pausas

Saber cómo utilizar las pausas a la hora de besar es una gran virtud que no todo el mundo posee. Quien domina el arte del beso ha de dominar la habilidad de hacer pausas en el momento preciso para hacer que el momento resulte aún más inolvidable. Hay que tener en cuenta que, por lo general, solemos besar con los ojos cerrados y una pausa permite volver a abrirlos y mirar a los ojos desde muy cerca a la otra persona, con todo lo que tiene de simbolismo una mirada directa desde tan corta distancia.

La forma correcta de hacer una pausa es separando tus labios de los suyos pero manteniendo una distancia a la que casi puedan rozarse. En esa situación, abrir los ojos y clavar tu mirada en la suya dice más que todas las palabras del diccionario. Además, la gran fuerza que tiene la pausa es que no sólo permite saborear el momento recién vivido, sino que multiplica las ganas de repetirlo. La dinámica beso-pausa-beso, es mucho más memorable que un beso largo y continuado, que en determinado momento, debe detenerse por parecer excesivo.

Utiliza tus manos para crear intimidad

Las manos no tienen por qué ser un elemento pasivo. Es más, si sabes utilizarlas, pueden reforzar muchísimo el efecto de un beso. Las formas más eficaces de conseguirlo son atrayendo su cuerpo contra el tuyo para crear un espacio más íntimo entre los dos, poniéndolas sobre su cuello y ejerciendo una leve presión- como si empujases suavemente su cabeza para alargar el beso- o acariciando levemente su cara, lo que crea una sensación de afecto que no le pasará inadvertida. Las manos tienen un lenguaje muy potente, y si se trata de un beso en el que hay sentimientos, pueden ser un gran aliado para hacérselo saber.

Muestra seguridad y déjate llevar

Da igual si eres una persona tímida o si es tu primer beso con alguien y estás temblando de miedo. Una vez el beso se ha materializado ya no hay duda de que esa persona se siente atraída por ti igual que tú por ella. En esa situación, ¿Qué sentido tienen los temores o el darle vueltas a qué pensará de ti? El beso es un momento muy especial que no hay que desaprovechar jamás, así que déjate llevar y muestra todo aquello que sale de tu interior. En ese momento eres la persona más importante del mundo para él/ella, y eso debería ofrecerte suficiente seguridad para besar con pasión. Un beso en el que pones el 100% de ti siempre será bien recibido, al contrario de un beso temeroso o con dudas, que deja una sensación extraña.

Utiliza la creatividad

Variedad. Esa es la clave. No hay nada peor que un beso previsible. Jugar con sus labios, darle besos por el cuello, morder con suavidad, repartir los besos por otras zonas, como la cara, el cuello o las orejas, y combinar besos dulces con apasionados son formas de conseguir que un beso siga produciendo emoción aunque haya sido repetido mil veces con la misma persona. Inventar en cada beso es una cualidad que siempre será valorada, y por eso ser creativo/a en la forma de besar te hará ganar muchos puntos.

Estudia sus reacciones para saber lo que le gusta

Es importante fijarse en cómo reacciona él o ella ante cada uno de nuestros besos. ¿Emite gemidos de placer? ¿Suspira? ¿Sube la intensidad de su pasión? Por lo general nos gusta recibir todo tipo de besos de alguien que nos atrae o por quienes tenemos algún tipo de sentimientos, pero unos besos producen más efecto que otros. En algunos casos son los besos suaves, pequeños y dulces, en otros los húmedos y profundos. Cada persona tiene su “punto débil” y observar qué tipo de besos reciben una acogida más entusiasta te ayudará a hacer de tus besos un arma irresistible.